Cuando decidimos llevar nuestras historias, pasiones o caprichos grabados en la piel, cada tatuaje se convierte en un fragmento de nuestra vida. Pero, atención, porque tan importante como el acto de elegir ese diseño perfecto, es el hecho de cuidar el tatuaje, sobre todo de la luz del sol.
No todos lo saben, pero los rayos UVA y UVB, junto con las luces de lámparas y cabinas de bronceado, pueden deslucir tus tatuajes de la piel y hacer que pierdan su definición. ¿Te preguntas qué tipos de tatuajes son más susceptibles a este problema? Y, sobre todo, ¿cómo protegerlos sin tener que renunciar al estar bajo el sol o a los días en la playa? A continuación, encontrarás todos los consejos e información de los expertos.
Recomendaciones y cuidados para los tatuajes
El sol ofrece muchos beneficios para la piel y para todo el cuerpo en general. Aporta vitamina D, que nuestro cuerpo no podría obtener solo con dieta y nutrición y que es necesaria para la salud ósea; Además, tiene varios efectos psicológicos, ya que contribuye al buen humor, y tiene una ventaja estética indudable.
Sin embargo, no debemos exponernos de manera excesiva porque trae consigo varias desventajas y problemas, especialmente para la piel, por lo que la fotoprotección es fundamental.
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El sol es el principal responsable del llamado fotoenvejecimiento, es decir, el envejecimiento de la piel debido a la luz, que determina algunos tipos específicos de arrugas y manchas solares. Además, puede tener efectos nocivos en los tatuajes ya que la penetración de los rayos ultravioleta en la piel y la dermis alcanza los pigmentos de colores de los que se compone el tatuaje.
Exponernos demasiado puede desencadenar una serie de reacciones naturales que tienen el efecto de consumir el dibujo, de modo que la tinta se vuelve menos matizada y brillante, más esfumada y carente de nitidez. Este problema puede ocurrir especialmente si el tatuaje es reciente.
Lo recomendable es que después de tatuarse la piel se cuide del sol y los rayos ultravioletas para no arruinar el diseño.
Los tatuajes con colores deben ser más cuidados. Un tatuaje de pigmento negro tiene una mayor resistencia al sol que uno de color. Algunos colores, aunque pueden parecer más vívidos tan pronto como se aplican, pueden borrarse o desvanecerse más fácilmente por la fuerte exposición a los rayos UV.
Algunas sugerencias de los expertos para preservar la belleza del tatuaje de los efectos negativos de la exposición al sol son es esperar a que la piel se recupere y vuelva a ser suave antes de exponerla a la luz solar directa.
Aproximadamente hay que esperar una semana o más. Durante este período, debes seguir todas las reglas de higiene correctas y las indicaciones dadas por el tatuador.
Hay que aplicar una crema específica de forma regular, con efectos regeneradores y calmantes. También es necesario mantener la zona afectada siempre limpia y las costras que se forman nunca deben eliminarse con las uñas, para no comprometer la fijación del color.
Si en la etapa de regeneración no se puede evitar la exposición continua al sol, se recomienda cubrir el tatuaje con una gasa de algodón estéril, o algún medio similar.
Es fundamental aplicar protector solar de alta protección en la piel para asegurar de que el tatuaje no esté demasiado expuesto a los rayos UV y garantizarle una larga vida y colores vivos constantes.