A la hora de mantener en forma nuestra plantas, muchos son los trucos que se pueden poner en práctica para agregar los nutrientes necesarios que nuestras amigas verdes requieren.
En este caso, te traemos una opción para reciclar tus clavos oxidados en beneficio de tus plantas, para sumar el hierro que cada una de ellas necesita para completar la fotosíntesis.
La falta de hierro suele ser uno de los principales problemas de nuestras plantas y la primera evidencia de ello es la perdida de color en sus hojas junto con la aparición de un tono amarillento.
El caso es que el hierro es necesario para sintetizar la clorofila de nuestras plantas y completar el proceso de la fotosíntesis. Es por ello que vamos a aprovechar los clavos oxidados para poder nutrirlas de manera correcta.
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Procedimiento
Teniendo en cuenta que los clavos poseen una punta filosa que puede llegar a dañar a macotas y niños, lo más seguro será extraer el hierro y aplicarlo mediante el riego.
El procedimiento para ello es realmente sencillo. Solo se necesitará un recipiente para contener un litro de agua, en el cual introduciremos todos nuestros clavos oxidados.
La idea es ir removiendo la mezcla para que se libere el hierro en el agua, dejando reposar durante cinco o seis días. Un vez que se haya cumplido el tiempo, procederemos con el riego.
De esta manera, nuestras plantas podrán nutrirse con la cantidad de hierro necesaria para mejorar sus hermosos colores verdes y volver a brillar en el jardín o interior de la casa.