En el mundo de la repostería hay ciertos tesoros culinarios que trascienden el tiempo y se convierten en auténticos clásicos. Uno de ellos es, sin lugar a dudas, el exquisito Kardinalschnitte, la receta de este postre vienés ha conquistado paladares durante generaciones.
El Kardinalschnitte es un delicado manjar que requiere de una cuidadosa preparación para alcanzar la excelencia. La base de esta receta se compone de un merengue ligero y esponjoso que se une armoniosamente con un bizcocho suave y esponjoso. Cada capa ofrece una combinación de sabores, donde la dulzura y la suavidad se entrelazan de manera sublime.
La elaboración de esta receta no es demasiado compleja, pero sí requiere dedicación y paciencia. Cada paso debe ser realizado con esmero y amor, pues el resultado final dependerá de la pasión que le pongas en su preparación. Pero te aseguro que el esfuerzo valdrá la pena, ya que cada cucharada de esta delicia se convertirá en un regalo para tus papilas gustativas.
Ingredientes
- 4 huevos
- 200 gramos de azúcar impalpable (la receta original lleva azúcar glass)
- 40 gramos de azúcar
- 2 cucharaditas de esencia de vainilla
- 70 gramos de harina común
- 100 gramos de crema de leche
- Mermelada de frambuesa
Modo de preparación
El primer paso de la receta es hacer el merengue. Para eso divide las claras y las yemas de 3 huevos. Coloca las claras en el bowl de una batidora y bate hasta que espumen. Debes batir los ingredientes a máxima velocidad por al menos dos minutos. A continuación, debes de agregar los 175 gr de azúcar glass poco a poco. Agrega una cucharada, bate y repite hasta terminar todo el azúcar. Debe quedar un merengue firme (esto significa que puedes voltear el bowl y no se caerá).
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A continuación, forra una bandeja de horno con papel para hornear, pasa el merengue a una manga pastelera y corta un pico grande. Divide imaginariamente la bandeja en dos partes y, en las dos mitades, realiza tres lineas de merengue sepadas entre sí por dos centimetros aproximadamente.
Hornea el merengue en un horno a 120°C por 50 minutos, en lo posible, coloca la bandeja al medio del horno, y el mejor efecto se consigue si tienes calor arriba y abajo.
Mientras tanto, prepara el bizcocho, para ello coloca las 3 yemas que reservaste al principio en el bowl de la batidora, incorpora un huevo, un poco de esencia de vainilla, una pizca de sal y 40 gramos de azúcar común. Bate todos los ingredientes hasta que se vuelva una preparación blanquecina y muy cremosa como verás en la imágen a continuación.
Una vez lista, deja de batir, agrega la harina previamente tamizada (puedes valerte de un colador para ello) y continua batiendo hasta que se integre completamente. Con unos pocos minutos será suficiente.
El siguiente paso es pasar la mezcla del bizcocho a una manga pastelera, retirar los merengues del horno y subir el horno a 160°C. Luego, con ayuda de la manga, rellena el hueco que hay entre los merengues con el bizcocho.
Ahora cocina todo, esta vez a 160°C, por 25 o 30 minutos. Para chequear que este hecho, pincha el bizcocho con un palillo y si este sale seco es que está listo.
Desmolda el bizcocho junto con el merengue con mucho cuidado para que no se rompa, y deja que se enfríe a temperatura ambiente. Para que este paso salga bien, te recomendamos que utilices un buen papel de horno.
Ahora, es tiempo de montar la crema y lo ideal es que la crema esté bien fría. Colócala en el bowl de la batidora, agrega 25 gramos de azúcar glass y bate hasta que esté lista. Una vez finalizado, puedes proceder a armar el postre, para ello, selecciona una de las mitades como base, y coloca una generosa capa de mermelada de frambuesa (con fresas u otros frutos rojos también queda bien), luego pon por encima la crema recién montada.
Sobre la parte lisa de la otra parte de bizcocho y merengue unta mermelada y colócalo sobre la crema como si fuese una tapa de un sandwich. Aprieta delicadamente y alisa los costados ayudándote con una espátula para que no sobresalga la crema ni la mermelada.
Para finalizar con la preparación de la receta, debes refrigerar la preparación en la heladera por al menos dos horas. Antes de servir, espolvorea con azúcar glass o impalpable para decorar. Luego corta porciones y disfruta de este delicioso postre.