La albahaca es una planta aromática que se suele utilizar en varias preparaciones gastronómicas aportando un sabor único que, en ocasiones, nos recuerda las costas del mar mediterráneo.
Con la idea de que logres introducir esta aromática en tus preparaciones, hoy te traemos un truco de jardinería fácil y efectivo a fin de que puedas multiplicar tu planta de albahaca hasta el infinito.
Para llevar adelante esta técnica de jardinería solo vamos a necesitar una planta de albahaca (que se pude conseguir en cualquier vivero o verdulería de barrio), un vaso y agua.
La idea de esta técnica es lograr reproducir la planta de albahaca mediante un esqueje con simples pasos que sin duda te asegurarán el éxito.
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Doble método
Para lograr duplicar tus plantas de albahaca tantas veces como quieras, hoy te vamos a explicar dos técnicas similares y muy sencillas.
La primera se basa en generar una planta de albahaca a partir de un esqueje de aproximadamente 15 centímetros. Para ello, debemos realizar un corte en un de sus ramas, asegurándonos de que sea limpio y en modo diagonal.
Para enraizarlo, solo necesitaremos colocarlo en agua un par de semanas rellenando un vaso hasta la mitad de su profundidad. Es recomendable que el recipiente sea trasparente para notar el progreso y estar atentos a cambiar el agua cada vez que sea necesario.
Para esta técnica, es importante trabajar el esqueje primero dado que si tiene muchas hojas, las raíces que surjan en la base no serán suficientes para mantenerlas. Si es necesario, recorta las ramificaciones más bajas dejando solo las de las puntas.
Una vez que el esqueje haya conseguido una buena cantidad de raíces, estará listo para ser trasplantado a una maceta y convertirse en una hermosa planta de albahaca.
La segunda técnica es menos invasiva que la anterior pero mucho más lenta. En este caso, en vez de recortar un tallo, vamos a buscar generar raíces desde una simple hoja.
El procedimiento consiste en quitar una hoja grande y sana de nuestra planta asegurándonos de que quede un cabito por debajo. Luego la introducimos en un vaso con muy poca agua, dejando el cabito sumergido y el resto de la hoja por encima.
Al cabo de unas semanas, las raíces comenzarán a verse en la base de la hoja quedando lista para pasar a la tierra. Delicadamente enterramos solo las raíces dejando el resto de la hoja por encima y dándole agua y luz, el tiempo la convertirá en una saludable planta de albahaca.