El 2023 llega plagado de varios eventos astronómicos interesantes, siendo algunos de ellos destacados por su característica de irrepetible. En este caso, hablamos del cometa C/2022 E3 ZTF.
La particularidad de este cometa es principalmente que tarda 50.000 años en completar su órbita lo cual lo convierte en un fenómeno espacial único para todos nuestros contemporáneos.
La cuestión es que la próxima semana, más precisamente el 12 de enero, el C/2022 E3 ZTF entrará en una clara cercanía con nuestro planeta llegando a estar a 166 millones de kilómetros de distancia.
No obstante, la continuidad de su trayectoria lo irá acercando cada vez más y se calcula que el 1 de febrero su distancia sea de 42 millones de kilómetros dando la posibilidad de poder verlo cruzar el cielo a simple vista en el hemisferio sur.
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Este cometa fue descubierto el año pasado (su nombre da detalles de algunos factores a la hora de verlo por primera vez, entre ellos el año) gracias a los astrónomos Bryce Bolin y Frank Masci en la instalación transitoria de Zwicky (Zwicky Transient Facility o ZTF).
Dándose a conocer ante la comunidad científica, se calculó que el C/2022 E3 ZTF se acercará a nuestro planeta y gracias a su coma verdosa y cola amarillenta, la NASA calcula que su avistaje será posible con telescopios y binoculares sencillos e incluso a simple vista posicionándose en un lugar elevado, oscuro y con nubosidad despejada para evitar obstruir la trayectoria del cometa.
Cuestión de tiempo
A la hora de identificar a un cometa, los científicos suelen dividirlos en dos tipos. Uno de ellos se los considera bajo el nombre de periódicos, dando a entender que son capaces de completar su órbita en menos de 200 años. El más famoso de ellos el cometa Halley al cual realiza el recorrido cada 76 años.
En tanto, aquellos cometas que tarden más de este lapso se los considera no periódicos dado que podrían tardar desde 200 años hasta miles y miles de años. El C/2022 E3 ZTF se corresponde a este grupo y se calcula que su próximo acercamiento a la Tierra será dentro de 50 mil años. Sin dudas, un dato que convierte su avisaje en un momento único.