La esperanza de vida y el envejecimiento saludable son preocupaciones crecientes en todo el mundo. En este contexto, el ejercicio físico se posiciona como una herramienta clave no solo para vivir más, sino para hacerlo con calidad. Más allá de la estética o el rendimiento, la actividad física regular ha demostrado ser un pilar fundamental para la salud física, mental y emocional.
Un estudio realizado en Copenhague y publicado en Mayo Clinic Proceedings analizó durante 25 años los hábitos de vida de 8.577 personas adultas, con el objetivo de determinar qué deportes están más estrechamente asociados con una mayor esperanza de vida. Los resultados fueron sorprendentes: el tenis encabeza la lista, con una ganancia de hasta 9,7 años, gracias a su combinación de ejercicio cardiovascular, agilidad mental y contacto social.
El bádminton, aunque menos popular, sigue de cerca con 6,2 años adicionales, mientras que el fútbol, el deporte más practicado en el mundo, aporta 4,7 años de vida extra. Otras disciplinas como el ciclismo (3,7 años) y la natación (3,4 años) también ofrecen beneficios notables, fortaleciendo el corazón, mejorando la capacidad pulmonar y reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas.
Más allá de los números, el estudio destaca un factor clave: los deportes que involucran interacción social parecen ser los más efectivos para prolongar la vida. Así que, si buscas una actividad que no solo te mantenga en forma, sino que también te ayude a vivir más y mejor, ¡quizás sea hora de desempolvar la raqueta o reunir a tu equipo para un partido!