Agosto de 2021 fue un antes y un después en la historia formal de la economía popular. Trabajadoras y trabajadores no formales pidieron por el salario básico universal, el Gobierno nacional le dio entidad de personería social a la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) y la masa de laburantes se movilizó con un despliegue gigante en el Día de la festividad por San Cayetano.
La antesala de este punto de inflexión fue julio de 2021, donde trabajadores y trabajadoras de la economía popular conquistaron nada más y nada menos que el derecho al aguinaldo. Al mes siguiente, el Gobierno reconoció, oficialmente, a la UTEP como sindicato.
A pesar de todos los conflictos y las vulneraciones que trajo la pandemia para la comunidad en general y para la economía social en particular, agosto condensó un significado muy positivo para las organizaciones nucleadas en la UTEP.
La convocatoria tuvo lugar el sábado 7 de agosto, cuando los movimientos sociales salieron a las calles, masivamente, a lo lago y a lo ancho del país, con el eje ubicado en la iglesia de San Cayetano de cada localidad adherida a la marcha.
Este año, la consigna habitual de "Techo, Tierra y Trabajo" tuvo el agregado del salario básico universal para reconocer el trabajo de todos y todas, tanto en el sector formal como en el no formal.
A través de un documento leído públicamente el 7 de agosto, desde la UTEP se destacó que, cinco años atrás, los movimientos populares en los que se organizaban las y los trabajadores de la economía popular forjaron una unidad histórica que logró reflejarse en movilizaciones que dieron origen a la UTEP.