El Ministerio de Agricultura de la Nación prohibió, hasta el 31 de diciembre de este año, la exportación de distintas especies de pescados de río debido a la bajante histórica del Río Paraná.
Este jueves, en el Boletín Oficial se publicó la Resolución 100/2021. Allí, se estableció que la medida dispone un cupo de 6378 toneladas para las ventas al exterior de sábalos y prohíbe las exportaciones de surubíes, tarariras, bogas, manguruyúes, dorados, patíes, armados, manduvíes y bagres de río.
Este cupo, fijado para este año, debe aplicarse a exportaciones realizadas durante el año el 2021, aunque, excepcionalmente, podrá aplicarse a exportaciones posteriores siempre y cuando estas sean efectivizadas antes del 31 de enero de 2022.
La labor de la Comisión de Pesca
En junio, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura del Ministerio de Agricultura evaluó el estado de los recursos pesqueros de la "baja cuenca" del Río Paraná, en forma conjunta con las provincias integrantes de la Comisión Nacional de Pesca Continental del Consejo Federal Agropecuario.
A partir de este trabajo, y como consecuencia de la bajante extraordinaria del Paraná, era necesario “fijar un cupo de exportación para las especies fluviales, con el fin de minimizar el impacto de la actividad pesquera sobre el stock reproductivo", según la resolución.
Marcha por el cambio climático
Este viernes 24 de septiembre, los movimientos socioambientales marcharán en las calles del país para exigir soluciones concretas y contundentes contra el cambio climático. En Argentina, habrá concentraciones en distintas provincias y localidades. En CABA, el encuentro será en Plaza de Mayo a las 17.00: desde allí marcharán hasta el Congreso de la Nación.
Esta manifestación surge a partir de los resultados del último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que afirma que las acciones humanas son las principales causantes de una crisis social, climática y ecológica. El estudio apunta a que el aumento de la temperatura media global acerca a la humanidad a alarmantes puntos de no retorno.
De esta manera, según la comunidad científica, esta es la última oportunidad para actuar y evitar las peores consecuencias del cambio climático y la pérdida de biodiversidad.