Con la vuelta a la presencialidad en las escuelas, y los adultos protegidos con una o más dosis, son los niños y adolescentes quienes se convierten en vulnerables al virus. Con el fin de mitigar los contagios entre ellos, se está implementando la novedosa técnica 'pooling' de testeos.
Consiste en hacer testeos periódicos en 'pools' (de a muchas muestras por vez con una sola prueba) para detectar casos asintomáticos, verificar el funcionamiento de los protocolos y prevenir brotes. De esta manera, se puede usar una sola prueba para hasta 30 chicos.
En La Plata, se llevó a cabo la estrategia del 'pooling' en una escuela primaria, dos secundarias y en un colegio universitario, y fue exitosa. Esta estuvo a cargo de la bioquímica Daniela Hozbor, investigadora principal del Conicet en el Instituto de Biotecnología y Biología Molecular de La Plata.
En Rosario, también se propone implementar esta técnica. Allí, dos investigadoras también del Conicet la pusieron a punto y está lista para ser utilizada con un equipo muy sensible (PCR Digital Droplet, ideal para realizar determinaciones en 'pools').
¿En qué consiste la técnica del pool?
En un cuadrado de 10 por 10 se colocan las muestras de 100 individuos. Luego, por cada fila, se extrae un poco de la prueba de cada muestra y se la coloca en un tubo más grande. Lo mismo se hace en cada columna, con lo que obtenemos 20 pruebas grandes en total. Si hay menos de un positivo cada 100 personas, da todo negativo, y se gastaron solo 20 determinaciones en lugar de 100. En cuanto a la positividad, esta técnica permite encontrar hasta tres infectados. Si la cantidad es más grande, ya se necesitan pruebas individuales.