El Ministerio de Salud anunció que agosto es el mes de las segundas dosis de la vacuna contra el coronavirus. A esta realidad se le suma el anuncio del pasado viernes 6 del presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el que indicó que “la prioridad de agosto es aumentar el porcentaje de las segunda dosis”.
En este contexto, y con el ingreso de la variante delta al país, acceder a la segunda dosis de la vacuna contra la COVID 19 y así completar el esquema de vacunación va a ser una necesidad imperiosa para la población argentina, en especial para los mayores y los grupos de riesgo. El Gobierno nacional trabaja arduamente en el plan estratégico de vacunación con este objetivo, ya que entienden que la vacuna es la “puerta de salida” a esta pandemia.
El país inmunizó a un 57 % de su población y, según el Monitor Público de Vacunación, 8.581.083 personas completaron sus esquemas.
La llegada de las segundas dosis
El primer componente de la Sputnik V fue aplicado a unas 6 millones de personas, según diversos cálculos. Frente a la espera del segundo componente de la vacuna rusa, Laboratorios Richmond prevé producir 3 millones de segundas dosis antes de septiembre, mientras que llegarán desde Moscú un millón más.
Sin embargo, también se está llevando adelante otra iniciativa: se están enviando turnos a adultos mayores y grupos con comorbilidades para que, si lo desean, puedan recibir como segundo componente la vacuna de Moderna (de la que hay disponible 1,7 millones de dosis) o de AstraZeneca (de las que podrían llegar 3,5 millones). Aquellas personas que no deseen combinar vacunas, pueden no asistir al turno de vacunación. La estrategia se dio en el marco de diversos estudios de combinación de vacunas que llevaron adelante Carla Vizzotti, Nicolás Kreplak y Fernán Quirós.
La palabra de los especialistas
El virólogo del CONICET y especialista en vacunas, Mario Lozano, indicó que, con la combinación de vacunas, más las dosis de Sputnik V que estarán disponibles, ya se podrá cubrir la totalidad de personas que han recibido el primer componente.
Además, acerca de la preocupación por aplicar distintas plataformas, expresó: “La combinación de vacunas es más común de lo que se cree, es algo que en vacunología se hace de manera cotidiana. Se sabe que funciona muy bien, siempre que se trate de opciones cuya eficacia y cuya seguridad fueron comprobadas, como son las que estamos usando en Argentina y en muchos países del mundo”.
La combinación de dosis no es una improvisación del Gobierno argentino, ya se estaba pensando en otras partes del mundo desde hace meses: por ejemplo, en la Unión Europea hubo una combinación entre la de Moderna o la de Pfizer con la de AstraZeneca ya que se encontraba en mayor cantidad y gracias a ello se pudo completar el protocolo de vacunación a millones de personas.