Julio Cortázar nació un 26 de agosto como hoy, pero de 1914 y al “otro lado del charco” en Bruselas, Bélgica. Es por eso que hoy, en esta efeméride, te contamos sobre el famoso escritor.
Si hablamos de literatura argentina, muchos nombres se nos pueden venir a la mente: Jorge Luis Borges, Roberto Arlt, Ernesto Sabato, Manuel Puig, Alfonsina Storni; pero un paso obligado para nuestra memoria siempre será Julio Cortázar. Si pensamos en literatura argentina, muy probablemente pensemos en él.
Quién fue
Escritor, poeta, traductor (mundialmente conocido por su traducción de Edgar Allan Poe) y crítico, vivió en Buenos Aires, Argentina, hasta 1951, cuando se trasladó hacia París, Francia. Cuando falleció, el 12 de febrero de 1984, se encontraba en la capital francesa.
Julio escribió numerosas obras en donde se incluyen poesía, cuentos, ensayos y su tan conocida novela “Rayuela”, publicada en 1963, que lo resaltó como uno de los grandes autores del “boom” latinoamericano.
Fuente: (Televisión Pública)
Entre sus libros de cuentos, podemos destacar:
- “Bestiario” (1951);
- “Final del Juego” (1956);
- “Historias de Cronopios y Famas” (1962);
- “Todos los Fuegos el Fuego” (1966);
- “Un tal Lucas” (1979);
- “Queremos Tanto a Glenda” (1989);
- “Deshoras” (1982).
El fantástico literario
Julio Cortázar fue uno de los autores argentinos que abordó el género fantástico en su literatura, en particular en sus libros de cuentos. Podríamos decir que su literatura se desborda por los márgenes de la obra, y también de la realidad.
"De cuando en cuando me ocurre vomitar un conejito. No es razón para no vivir en cualquier casa, no es razón para que uno tenga que avergonzarse y estar aislado y andar callándose", exclama el narrador de "Carta a una Señorita en París" (en "Bestiario").
En una entrevista en 1978, el escritor expresó: “Para mí lo fantástico es algo muy simple, que puede suceder en plena realidad cotidiana, en este mediodía de sol, ahora entre Ud. y yo, o en el Metro, mientras Ud. venía a esta entrevista”.
Lo fantástico, indicó Cortázar, es un "sentimiento" que lo "acompañó toda la vida": es la certeza de que existe "una realidad misteriosa y fantástica que vale la pena explorar". En el capítulo 71 de "Rayuela", escribió:
Digamos que el mundo es una figura, hay que leerla. Por leerla entendamos generarla