La iniciativa de establecer una guía de utilización del "lenguaje inclusivo" fue elaborada por la Federación Argentina LGBT+ y por la Defensoría LGBT. La idea nació a partir de "diversas propuestas que fueron surgiendo sobre la utilización del lenguaje inclusivo”.
Desde la federación, la guía se propuso como un instrumento de comunicación no sexista "para todes, como herramienta de igualdad y de inclusión".
La fundamentación indica que, aunque la Real Academia Español (RAE) sostenga que en español el masculino no discrimina y cumple la función de "genérico", en los debates que se vienen dando "no se discute nada a nivel gramatical sino a nivel simbólico".
El documento destaca que el lenguaje inclusivo es "generalizador" porque se usa en lugar del "masculino" para referirse a grupos donde hay más de una identidad de género, como el plural "todes", y es "específico", ya que se utiliza para referirse a una o a más personas, como el singular "elle".
En cuanto a las prácticas con intentos de incluir que considera poco convenientes, la guía destaca que el uso del arroba (@) fue un gran avance, pero no incluye a las personas no binaries, y que el uso de "x" dificulta la lectura y la oralidad.
Por último, la herramienta recomienda respetar el principio de autodeterminación de las identidades y de las orientaciones sexuales, y preguntar a las personas el modo y el pronombre con los que prefieren ser nombradas, entre otras.