El pase sanitario comenzó como un certificado para poder viajar, y ya es una realidad en buena parte de Europa y otras latitudes mundiales. La medida que amplió su rango de acción a bares y restaurantes, y que será obligatoria para algunas labores, genera numerosos debates en todo el planeta a medida que se expande su utilización.
En Francia, por quinta semana consecutiva, se marcha en contra de la política sanitaria, y en particular sobre el pase sanitario que rige oficialmente en el país. Desde el 9 de agosto, las personas deberán contar con un certificado no solo para viajar sino para acceder a bares, restaurante y espacios similares.
La movilización se reproduce por todo el país, donde se calcula hay un 30 % de personas sin vacunar. Entre las medidas criticadas que enfurecieron a los manifestantes resaltó la medida que obliga a los trabajadores sanitarios a vacunarse antes del 15 de septiembre, con amenaza de suspensiones de los contratos en caso de no hacerlo.
El Consejo Constitucional de Francia, la máxima autoridad judicial en el tema, entendió el rol protector del Estado para avalar la legalidad de la ley impulsada por el presidente Emmanuel Macron y aprobada por el Congreso, por la que desde el lunes pasado hay que presentar el certificado para entrar a bares, restaurantes, cines, teatros, hospitales y también para realizar trayectos largos en avión, tren o micro.
Fuente: ( FRANCE 24 Español)
"No soy una persona acostumbrada a manifestarse, en general soy más del tipo de persona que se doblega. Pero el pase sanitario y la vacunación obligatoria me han empujado a protestar", declaró, en la manifestación, la enfermera Gaëlle Faure a la agencia Euronews. Para ella, las medidas son "una forma de desprecio a los cuidadores que tanto se implicaron —y se siguen implicando— en la lucha contra la pandemia".
En Italia rige también el "pase verde", con similares características, en un paquete de medidas que incluye la obligatoriedad de la vacunación para todo el sistema educativo. La decisión ha sido puesta en debate, por los sindicatos, respecto de la logística para la concreción del plan sanitario, pero no por ponerse en la otra vereda. El Gobierno italiano incluso autorizó esta semana a los comercios a solicitar documentos de identidad para corroborar con los certificados.
El debate en Argentina
Por estas latitudes, el debate tiene también su representación. Esta semana, el presidente de la Unión Industrial Argentina, Daniel Funes de Rioja, planteó que, a propósito del avance de la campaña de vacunación, todas aquellas personas no vacunadas que no trabajen de manera presencial no deberían cobrar el sueldo.
Rápidamente, el Gobierno salió al cruce. Fue el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero quien afirmó: “No puede haber una política de sanción vinculada a eso si la vacuna es optativa". "No debería existir ninguna política sanitaria dictada desde las empresas, eso no corresponde", cerró el funcionario durante una entrevista por radio La Red.