Miércoles 15 de Noviembre 2023
GENERAL JOSÉ DE SAN MARTIN

Cómo fueron los años de exilio del general San Martín

Una vez que liberó Chile y Perú, el padre de la patria se mantuvo alejado de la revoltosa política argentina que lo miraba de reojo.

El padre de la patria murió el 17 de agosto de 1850 a los 72 años de edad. Fuente: (Twitter)
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Aunque el feriado del 17 de agosto se traslade al lunes 16 para así poder contar con un fin de semana largo, es preciso recordar que la fecha busca conmemorar el paso a la inmortalidad del general José de San Martín, prócer nacional y aguerrido luchador por la libertad en América del Sur.

Aquel 17 de agosto de 1850, San Martín dejaba su plano terrenal, en su casa de la localidad de Boulogne-sur-Mer, en Francia. Allí vivió en una suerte de autoexilio los últimos años de su vida junto a su hija Mercedes y sus nietas.

 

Sus restos descansan en la Catedral porteña.


El gran estratega militar nunca tuvo el mismo nivel de muñeca con la política. Su campaña libertadora se fundió con la del otro prócer continental, Simón Bolívar, quien encabezó el último tramo de la liberación del continente. La famosa reunión de Guayaquil entre ambos, en 1822, resultó en el exilio hacia Londres, donde el general se abocó a la educación de su hija.

Quedarse en el país no era opción. El revoltoso contexto político que definiría el estado nación durante los próximas décadas no era bien manejado por don José, y todas las partes se enfurecían con él. Incluso desde Londres, en 1824, luego de reunirse con algunos compatriotas, Alvear y Rivadavia lo desprestigiaron públicamente —difundieron que San Martín deseaba un sistema monárquico en la Argentina—.

 

El impresionante trabajo del artista Ramiro Ghigliazza. Fuente: (@__Ghi_)


San Martín no tuvo más remedio que regresar al país en 1829. Sus finanzas no estaban bien y debía poner en orden sus propiedades y decidir quién se las administraba. Por esos días, Juan Manuel de Rosas llegaría a la gobernación de la provincia de Buenos Aires luego de las máximas tensiones entre unitarios y federales. El correntino se mostró indiferente al efervescente escenario coyuntural y apuró sus trámites para dejar la patria cuanto antes.

Esta vez, se instaló en las cercanías de París, donde se puso a disposición de las necesidades de la familia que conformaron su hija Mercedes con Mariano Balcarce. En 1833, el libertador de América fue abuelo.

 

Recreación pictórica de la vida familiar en Boulogne-sur-Mer.


El general tuvo que debatirse respecto de la figura opresiva de Juan Manuel de Rosas, que a la vez lograba el tan ansiado orden que entendía que necesitaba el país. Lentamente, fue mostrando su apoyo al gobernador, incluso ofreció sus servicios cuando se produjo el bloqueo anglo-francés. Rosas agradeció el convite pero lo rechazó; luego de la batalla de la Vuelta de Obligado, recibió de San Martín el mítico sable corvo de la campaña libertadora, como agradecimiento por defender la soberanía de la patria.

Desde 1848, don José y la ampliada familia (había llegado su segunda nieta, Josefa) se instalaron en Boulogne-sur-Mer. Allí, el clan se ocupó del padre de la patria, y de las numerosas dolencias que sufría, hasta su fallecimiento dos años después.