Hugo Yasky y Cristina Álvarez, diputado y diputada por el Frente de Todos, presentaron un proyecto para darle categoría de universidad nacional al Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos "Madres de Plaza de Mayo".
La propuesta consiste en contenidos orientados a "defensa, protección, investigación y promoción para el ejercicio efectivo de los Derechos Humanos", los cuales se desprenden de la Constitución Nacional Argentina, del código penal, del código civil y de los tratados internacionales al respecto.
La oposición, como es habitual con cada iniciativa que no se toma a su medida, mantuvo una postura firme en la negación de tomar ese reconocimiento simbólico como prioridad en el contexto pandémico; excusa también escuchada en el debate por la interrupción voluntaria del embarazo y en la votación por el cupo laboral travesti-trans.
"Nadie puede saber muy bien hacia dónde se dirige, sin ser consciente de dónde proviene", fundamenta el documento, que concibe a la historia no como un mero recuerdo de hechos pasados, sino de los que sirven para señalar el rumbo futuro.
El proyecto cierra sus argumentos afirmando que "nada será mejor en lo institucional y en miras al futuro y a la continuidad y avance de los Derechos Humanos que custodiar esa memoria al amparo de la garantía de la autonomía universitaria".
El proyecto de ley "Universidades Madres de Plaza de Mayo" está en marcha y tiene el aval del oficialismo. Desde la banca kirchnerista se estima que una universidad nacional de Madres de Plaza de Mayo sería un polo de atracción que trascendería fronteras, en relación con el símbolo universal que la lucha de las Madres representa para los Derechos Humanos.