La periodista británica Katie Hopkins será deportada de Australia después de burlarse en redes sociales sobre las nuevas medidas adoptadas por el país tras el rebrote de contagios (por la velocidad a la que se manifestó la variante delta).
Hopkins cumplía su aislamiento estricto y obligatorio de dos semanas, como se le requiere a las personas que llegan al país. Con una marcada personalidad, polémica y desatadora de escándalos en redes por sus reflexiones antinmigratorias o antifeministas, la comunicadora había sido convocada para la edición local de "Gran Hermano", versión famosos.
Y una vez más, su controvertida forma de pensar y expresarse, trajo consecuencias. Pese a que había conseguido un visado especial para su entrada al país y posterior participación en el programa, al Gobierno australiano no le gustó nada un revulsivo video en Instagram de la británica y la echó del país.
En el contenido compartido en la red social, Hopkins calificó de fraude las medidas de asilamiento impartidas por el Ejecutivo y hasta amenazó con abrirle la puerta de su habitación a los trabajadores del hotel desnuda y sin barbijo, en clara infracción de las medidas de seguridad.
La ministra del Interior de Australia, Karen Andrews, confirmó ayer la cancelación de la visa de la periodista. "La sacaremos del país tan pronto como podamos solucionar eso. Claramente, ella no es alguien a quien queramos en este país por un segundo más de lo necesario", explicitó la ministra.
Fue una bofetada para todos los australianos que se encuentran actualmente en cuarentena, y este es un comportamiento simplemente inaceptable. Así que, personalmente, estoy muy feliz de que se vaya
A las pocas horas se supo que las casas productoras a cargo de "Gran Hermano", Seven Network y Endemol Shine Australia, decidieron cancelarle el contrato por sus "comentarios irresponsables e imprudentes", según informaron en un comunicado condenatorio hacia la actitud de Hopkins.
Australia, ante una nueva ola
En medio de una campaña de vacunación que viene a paso lento, y con un regreso al confinamiento hasta el 30 de julio, Australia sufre las embestidas de la variante delta ya que han retornado los contagios, y hubo incluso un muerto, en lo que se considera una nueva ola provocada por esta nueva cepa.