Luego de dos jornadas intensas de reuniones, un clima de fuerte tensión y un cierre de negociaciones encarado por el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, el gobierno logró frenar — por ahora— la profundización de la protesta callejera y el inminente acampe de los movimientos sociales, a cambio de dos compromisos concretos.
La propuesta del ministro se basó en reforzar la ayuda alimentaria en los comedores escolares de todo el país, en ofrecer una apertura de programas sociales y en dar vacunas a los dirigentes esenciales que están al frente de la atención social en los barrios.
Arroyo se comprometió con abrir el plan Potenciar Trabajo y con aumentar el envío de alimentos a los barrios: a cambio de esto, se levantaría la protesta callejera. Con este acuerdo, también, se prevé dar vacunas a los dirigentes barriales.
Con una señal de distensión y un acuerdo sellado este viernes a última hora, el ministro Arroyo protagonizó una reunión con una veintena de dirigentes de movimientos sociales. La semana pasada, quienes protestaban coparon la ciudad de Buenos Aires, 22 ciudades del interior y amenazaban con acampar al frente del Ministerio de Desarrollo Social: esto posibilitaba el riesgo de aumentar los contagios de COVID-19.
Fue una buena reunión de trabajo y avanzamos con las líneas del Potenciar Trabajo y asistencia alimentaria. Continuamos trabajando y con diálogo permanente
Así expresó de manera concreta un allegado al ministro. No quisieron dar más detalles sobre el acuerdo pactado para descomprimir la protesta en las calles.
Hubo momentos de tensión, y una velada amenaza de las organizaciones sociales de seguir adelante con el plan de lucha. En el gobierno evaluaron los riesgos de contagio y el malhumor social que esto generaría. Finalmente, desde la Casa Rosada hubo una señal para acordar cuanto antes y despejar los riesgos.
Según confirmaron funcionarios de segunda línea del gobierno, y varios referentes de movimientos sociales, el acuerdo sellado contempla el compromiso del Arroyo con ampliar el programa Potenciar Trabajo que hoy alcanza a cerca de 1.000.000 de personas.
El reclamo de máxima de los movimientos sociales era que la Casa Rosada reinstale el IFE que el año pasado llegó a 9.000.000 de personas. Sin embargo, no hubo posibilidad alguna de convencer al ministro de Economía, Martín Guzmán, para avalar esa idea. Por ahora se evaluarán casos puntuales en la apertura del Potenciar Trabajo. Es decir, no será una apertura masiva.