Se realizó un “Locrazo del Orgullo” en el Barrio 31, para celebrar el cupo laboral travesti trans. El festejo tuvo lugar en el anexo de "La casa de Diana y Lohana", donde alrededor de cincuenta vecinas trans plantearon que es necesaria la participación popular para promover la implementación efectiva del nuevo derecho.
Con la nueva sanción de la ley de cupo laboral travesti trans, subrayaron que es necesaria la participación popular para promover la implementación efectiva del nuevo derecho, el cual les reserva al menos el 1 % de las vacantes de la administración pública nacional a personas travestis, transexuales y transgénero.
"La casa de Diana y Lohana" es un espacio de atención y acompañamiento que surgió hace cuatro años en el partido bonaerense de La Matanza. El año pasado abrió una sede en el Barrio 31 para acompañar a la población travesti y trans porteña afectada por las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia de COVID-19.
Tuvimos un día histórico para nosotras, pero lo que más me gusta es el avance como sociedad que representa para nuestra ciudad y para nuestro país
Así lo manifestó Alma Fernández, militante travesti y coordinadora de esa casa, y agregó que el colectivo se hace presente por las personas que no pudieron llegar a ver la sanción de esta ley. Dijo también que el futuro va a tener como protagonistas a las travestis de los barrios, las villas y las zonas rojas: todas ellas, parte del feminismo que lucha por un cambio de paradigma para empezar a ocupar otros lugares.
Faltan un montón de cosas, falta una reparación histórica, falta la casa propia, pero queríamos juntarnos a celebrar esto y a cargarnos de energía para ir por todo eso que falta
Gabriela Guerreros es otra de las coordinadoras de "La casa de Diana y Lohana" y, también, se desempeña como obispa de la comunidad evangélica Dimensión de Fe. Manifestó que pertenece a una comunidad religiosa abierta a la diversidad sexogénerica desde hace tiempo. "Dimos nuestros debates internos y acompañábamos a muchas compañeras que la venían pasando mal en todo lo que podíamos, hasta que en el 2011 conocimos a Lohana Berkins y con ella también empezamos a darnos debates sobre luchas populares, como el derecho al aborto y la identidad de género", agregó.