Esta mañana, organizaciones sociales de distintas partes del país realizaron, en simultáneo, desayunos populares bajo la consigna "La pobreza no puede esperar", en el marco de la pandemia por el coronavirus.
La medida estuvo apoyada en un reclamo puntual: un plan de emergencia "nacional, social, sanitario y laboral", a partir de la grave situación económico-sanitaria que el país atraviesa.
Las acciones se iniciaron, al mismo tiempo, a partir de las ocho de la mañana en cuatro puntos de la ciudad de Buenos Aires, cinco localidades bonaerenses y cinco provincias.
Pandemia y pobreza
En un comunicado conjunto, las organizaciones convocantes se preguntan: "Cuando todavía falta vacunar a una gran parte de los habitantes del país, vale la pena preguntarse: ¿sobre quiénes caerán nuevamente los duros mazazos de esta tremenda realidad?".
En momentos como este, la segunda ola de la pandemia continúa con un alto promedio de casos diarios; independientemente de los anuncios de un relativo incremento del PBI este año, la pobreza parece definitivamente instalada en un amplio sector de la población
Reclamos
En el documento, las organizaciones proponen suspender el pago de la deuda durante dos años, que el impuesto a las grandes riquezas sea permanente y que sea vacunada, de manera urgente, la población en situación de calle y los trabajadores sociocomunitarios.
También, se pide que el Congreso reasigne recursos para el Ministerio de Desarrollo Social, así puede duplicar su presupuesto. Se demandaron puestos de trabajo para la economía popular, salario social equiparado a la canasta familiar y que se conforme el Instituto Nacional de Transferencia Tecnológica y del Conocimiento a la Economía Popular.
Por último, se exigió la suspensión de los desalojos a nivel nacional, un nuevo marco legal para las personas en situación de calle, la construcción de viviendas y que el salario mínimo vital y móvil quede emparejado con la canasta familiar.