En el transcurso de la pasada semana, una publicación se hizo viral por el repudio que causó la situación. En la información que se daba, se explicaba que alumnas de la escuela religiosa Roque González de Posadas, Misiones, realizaron una sentada en protesta a los hechos de abuso vividos en la institución.
La institución, en este contexto, es en donde gira el eje de la investigación judicial por acoso sexual y distribución de fotografías, debido al abuso que sufrieron las menores.
Qué sucedió
Las alumnas de la escuela Roque González hablaron sobre el hostigamiento que sufren desde hace meses de parte de sus compañeros. En sintonía, trascendieron unos chats en donde los alumnos se organizan para abusar de sus compañeras, e incluso abordan secuestrarlas y torturarlas.
Desde la justicia misionera se indicó que la denuncia fue realizada en la Comisaría de la Mujer por la mamá de una de las alumnas. Las chicas expresan que los compañeros las tocan, les dicen cosas e incluso le sacan fotografías por debajo de la pollera y las difunden.
La sentada
Cansadas de estos episodios de abuso, las alumnas realizaron una sentada en frente del colegio. En grupo y unidas, los carteles rezaban “Merezco respeto”, “No es no”, “No me siento segura en mi propio colegio”, “No es culpa de mi pollera”.
Una de las víctimas explicó: “Aprovechaban que nuestra vestimenta es una pollera y cuando pasamos nos sacan fotos con el celular de abajo. Tienen un montón así. No podemos caminar tranquilas porque en cualquier momento te sacan una foto. Lo peor es que después se pasan las fotos entre ellos e, inclusive, las difunden en el chat donde también estamos nosotras. No les importa nada”.
La investigación
La fiscal María Laura Álvarez tomó la decisión de enviar al juez de instrucción, César Jiménez, un escrito con la intención de impulsar la investigación de lo ocurrido. Como explica Infobae, en este documento se describen los hechos y se imputa a seis alumnos de 14 años por los delitos de abuso sexual agravado (porque la víctima es menor de edad) y la producción y distribución de pornografía infantil.
Sin embargo, debido a la edad de los acusados son inimputables: no serán juzgados. Aunque, como trascendió, se solicita que reciban un tratamiento con psicopedagogos.
Los chats
Además de la denuncia, trascendieron pruebas de lo ocurrido: se difundieron unas capturas de pantalla en un chat grupal de los seis acusados en donde hablan sobre el abuso que les harían a sus compañeras, en donde se incluye torturarlas.