La ley de etiquetado frontal de alimentos se iba a tratar en diputados el pasado martes 5 de octubre. Sin embargo, la oposición decidió no presentarse y, por falta de quorum, la soberanía alimentaria quedó en un suspenso que afecta a la población argentina.
Desde El Colectivo te contamos por qué es tan relevante el etiquetado frontal.
Comemos pero ¿sabemos lo que comemos?, ¿los alimentos “alimentan”? Un problema a nivel global en la actualidad es el de la malnutrición: no podemos hacer ojos ciegos a esta problemática. Con el avance de los procesos de producción comienza a abundar cada vez más los productos que tienen no solo precios baratos, sino bajo valor nutritivo.
Los “ultraprocesados” están en todos los supermercados y en grandes cantidades. La pregunta es, entonces, si sabemos diferenciarlos. La elección de un producto es una mezcla biológica y cultural, en este marco, las elecciones a veces están mediadas por el exterior más que el interior del alimento. Sumado a esto, las estrategias de marketing alimentario son cada vez más finas.
En este marco, el proyecto de ley con el etiquetado de símbolos de octógonos negros informa de manera clara y concreta sobre el contenido de sodio, grasas, azúcares de los alimentos para que, a partir de allí, se pueda tomar una decisión consciente e informada de qué se está consumiendo. A su vez, permite que los más chicos no se vean “tentados” a consumir alimentos determinados solo por la presencia de personajes en los paquetes.
Ello permitiría una prevención de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes o la hipertensión. La ley, en síntesis, ayudaría a que las personas elijan de forma consciente: no solo porque un alimento diga “light” o “sin conservantes” deja de ser un "ultraprocesado", por ejemplo.
Es, en sí mismo, una apuesta a la salud de los y las argentinos. El Ministerio de Salud del país indicó que la ciudadanía sufrió trastornos en el cambio de la “comida real” o los “buenos procesados” a los "ultraprocesados". Como indica Feminacida, un 31 % de las infancias presentan malnutrición por exceso. En este marco, la comunicación nutricional es en sí una responsabilidad social pero también sanitaria.
La ley de etiquetado frontal es necesaria y urgente, un avance hacia los derechos alimentarios de la población argentina.