Toda Argentina espera el juicio oral por el asesinato de Fernando Báez Sosa, al que ocho rugbiers atacaron a la salida de un boliche en Villa Gesell en el verano de 2020, poco tiempo antes de que comenzara la pandemia por COVID 19 en el país.
El pasado miércoles se llevó a cabo la audiencia preliminar frente al Tribunal Oral y Criminal N° 1 de Dolores. Allí, las partes expusieron diversas pruebas y testimonios que ingresarían al debate en el juicio oral.
Sobre la audiencia
La jornada se extendió por tres horas y se adelantó que el juicio no se efectuará antes del segundo semestre de 2022.
Se llevó a cabo de forma semipresencial debido a los protocolos por la situación sanitaria de COVID 19, y los rugbiers asistieron de forma remota. De forma presencial estuvieron el fiscal del juicio, Juan Manuel Dávila, los abogados de la familia de la víctima, entre los cuales se encuentra Burlando, y el defensor de los imputados, Hugo Tomei.
Fuente: (Télam).
La palabra de los abogados
Fabián Améndola, uno de los abogados que representa a la familia de Fernando, compartió que lo más relevante en función de la cantidad de testigos y “de la complejidad de los interrogatorios” es que “los jueces ya adelantaron que el juicio recién podrá hacerse pasada la mitad del año que viene con suerte, sobre todo por la complejidad de la prueba”.
La defensa de la contraparte continúa a la espera de la resolución del recurso de queja que presentaron frente a la Corte Suprema el pasado lunes. Tomei sostiene que los acusados fueron detenidos sin que se cumpla con las formas establecidas en el Código Procesal Penal de PBA, en particular en los artículos 308 a 315.
Fernando Burlando, frente a la prensa a la salida de la audiencia, efectuó una queja sobre los planteos del abogado defensor.