Nicaragua es el segundo país en el mundo en dar luz verde a las vacunas Abdala y a Soberana 02, luego de que Vietnam aceptara su seguridad para ser aplicada en pacientes con comorbilidades.
Las vacunas cubanas se basan en estar aprobadas provisoriamente por la Organización Mundial de la Salud; en una proteína recombinante y tiene una eficacia que es superior al 90 % para prevenir los contagios fuertes y graves.
De hecho, Nicaragua, con más de 6 millones y medio de habitantes, ya había vacunado al 4 % de su población con Sputnik V y AstraZeneca, por lo que volverán a apostar a la industria farmacéutica cubana.
Entre los países interesados, Argentina y México también manifestaron interés en adquirir dosis, ya que, al igual que Nicaragua, pretenden darle visión a la industria latinoamericana.