Hoy, 4 de octubre, se cumplen 15 años de la sanción de la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI), que fue promulgada durante el mandato presidencial de Néstor Kirchner.
En estos últimos 15 años, la legislación de la ESI, lejos de ser un techo, demostró conformar una puerta de entrada a derechos sexuales y reproductivos, un puntapié que pateó el tablero para incluir la perspectiva de género en la agenda.
Así lo consideran especialistas en el tema: la ESI fue un antes y un después para los debates públicos en torno a los derechos, al registro de las corporalidades y a la participación política de mujeres e identidades del colectivo LGBTTTIQ+.
En diálogo con Télam, Celeste Adamoli, directora de Educación para los Derechos Humanos, Género y ESI del Ministerio de Educación de la Nación, afirmó: "La sanción de la ESI fue el inicio de un camino a construir que recuperaba reclamos de la sociedad civil y experiencias educativas aisladas".
En esa línea, la dirigenta aseguró que uno de los efectos de esta normativa fue plasmar "el reconocimiento de un derecho que iba a llevar a la implementación de otros".
La funcionaria consideró que la ley logró marcar "un cambio de paradigma" por su carácter de integralidad y porque, desde el principio, "entró en diálogo con toda una agenda de derechos".
Qué dice la ESI
La Ley 26.150 de Educación Sexual Integral fue sancionada el 4 de octubre de 2006 y establece el derecho de todo el cuerpo estudiantil a recibir contenidos de educación sexual integral en las escuelas públicas y privada del país, desde el nivel inicial hasta la formación técnica no universitaria y el nivel superior docente.
Por "integral" se entiende a la articulación de "aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos" que la ley propone abordar de manera transversal.