La Cooperativa Mielcitas Argentinas es un colectivo formado en el 2019, en el marco de las políticas macristas y la presentación de quiebra de la fábrica que llevó a las personas trabajadoras a reactivar la fábrica del partido bonaerense de La Matanza.
Luego de la recuperación de la planta, de las 88 personas trabajadoras, 66 son mujeres que son el sostén del hogar, tal como retoma Feminacida.
La palabra de las protagonistas
Mirta Ramírez, de 46 años, comenzó a trabajar en, como se conoce en el barrio, la “fábrica de mielcitas” hace 20 años y atravesó todas las etapas de producción en las dos décadas que trabajó como operaria.
En diálogo con la fuente ya citada, Mirta indicó: “Me considero sostén del hogar, soy la única que actualmente tiene un ingreso fijo”.
A su vez, también la exdelegada e integrante actual de la comisión organizadora de la Cooperativa Mielcitas, Silvia Ayala, indica que “es una fábrica de mujeres. Si bien hay pares varones trabajando, el 80 % siempre fuimos mujeres. Hubo una época donde éramos 300 compañeras trabajando en tres turnos”.
Silvia fue clave en las negociaciones que se efectuaron con la patronal cuando presentó la quiebra de la fábrica. En sintonía, como entrevistada para diversos medios de comunicación como C5N, ella indica: “Que las chicas más jóvenes empezaran a salir a la calle fue una inyección para las más grandes. Si esto hubiese sido en otra época, te firmo que no se hubiera podido hacer. Si con mis compañeras no nos hubiéramos unido para quedarnos a dormir en la fábrica en julio del 2019, la recuperación no hubiera sido tal. Pero no estábamos dispuestas a perder nuestra fuente de trabajo”.
“Se tomó la decisión con las compañeras de hacer guardias para que no se lleven las máquinas. En la última audiencia en el Ministerio de Trabajo se presentaron los abogados de la gerencia y nos avisaron que no tenían noticias de la patronal. Nos habíamos quedado cien familias en la calle”, agregó.
Frente a esta situación, se pusieron la fábrica “al hombro” y en una asamblea tomaron la decisión de generar una recaudación de fondos para la reactivación de la planta. Finalmente y por el esfuerzo y trabajo, volvió a producir la fábrica de mielcitas como Cooperativa, en donde las mujeres que lucharon por sus puestos de trabajo pueden mantener a sus familias.