Este 17 de octubre, la televisión argentina cumple 70 años. Es que ese mismo día, pero de 1951, ocurrió el fenómeno audiovisual más relevante del siglo pasado. Sin embargo, su importancia a nivel nacional no llegó hasta unos años después.
La cobertura de un acto político de Juan Domingo Perón fue el puntapié inicial para dar comienzo a la era de uno de los medios de comunicación más destacados de la historia. En 1951, en Argentina, existían alrededor de cuatro mil televisores en los hogares más adinerados, por ende, este medio era inaccesible para las clases medias y bajas.
Precedentes de la TV argentina
En ese tiempo, el empresario Jaime Yankelevich, pionero en radiofonía, viajó hasta Estados Unidos para comprar los primeros equipos de transmisión Standard Electric, que le costaron 26 millones de dólares de entonces.
Esa vanguardia fue lo que le permitió darle pleno uso: el 23 de septiembre de ese año se transmitieron algunas imágenes en comercios del centro porteño, ante la mirada asombrada de algunos peatones. Y lo cierto es que tamaño acontecimiento coincidió con un evento especial: el Día de la Lealtad Peronista.
Desde la Plaza de Mayo, Evita dio uno de sus discursos más famosos, que ahora queda en el registro audiovisual de la historia.
Experimentación y vinculación
Este comienzo exitoso fue solo eso, el inicio de la experimentación para que aficionados “jugaran” a hacer televisión y a vincularse con los distintos públicos.
En este sentido, la televisión argentina empezó a brindar una programación bastante acotada, pues entre 1951 y 1953 funcionaba entre las 15 y 16.30 horas hasta las 22. Sin ningún tipo de regulación y muchas veces sujeta a los horarios deportivos, este medio comenzó a ganar adeptos en todo el país.
Luego comenzaron a estandarizarse algunos géneros y horarios: por ejemplo, programas infantiles de 16 a 17, mientras que los teleteatros hegemonizaban la segunda parte de la tarde y los noticieros, las primeras horas de la noche.
Años más tarde comenzaron a incorporarse canales y la venta de aparatos de televisión se disparó: en Capital Federal pasaron a ser 3.500 en 1951 y, en 1959, ya habían mapas de 175 mil televisores.