El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, contó en una entrevista exclusiva con un medio brasilero que, debido a las acusaciones en su contra sobre genocidio y otros delitos —además de la presión de ser presidente de uno de los países más grandes del mundo—, se encierra en el baño de su habitación a llorar.
Junto a un pastor evangelista, religión que él practica, Bolsonaro afirmó: "Cada día que pasa me convenzo de lo que hay que hacer. Pensar hacia donde debemos direccionar nuestra fuerza”.
Cuántas veces me voy a llorar al baño de casa. Mi esposa nunca me vio. Ella cree que soy el más macho de los machos —reflexiona—. Y en parte tiene razón
Además, fue el mismo mandatario quien recordó la presión que implica ser presidente, ya que ocupó una banca en diputados durante 29 años en el partido conservador de Brasil.
"Siendo diputado, si voto mal, es un voto más de 513. Pero una decisión presidencial mal tomada provoca sufrimiento a mucha gente”, explicó Bolsonaro, en un intento de perder el foco de las acusaciones por parte de la oposición.
Me mueve la bolsa de valores, mueve el dólar, el precio del combustible —insiste—. Cumplo una misión encomendada por Dios
En las encuestas de cara a 2022, Bolsonaro pierde en la opinión pública y es altamente superado por el líder opositor, Lula Da Silva, quien aún no se ha pronunciado al respecto de su candidatura, pero sí actúa como uno de los frentes de ataque más firmes a su gobierno.