Antonio Berni fue un artista plástico rosarino emblemático y talentoso, con un fuerte compromiso en desplegar sus cualidades plásticas y estéticas en la construcción del arte popular.
Nacido en 1905 en la ciudad de Rosario, Berni comenzó su carrera como artista plástico de manera temprana: a los 15 años ya exponía obras. Su impronta estaba signada por los barrios periféricos, la pobreza y las infancias.
El prodigioso Antonio creó personajes inmortales en la cultura popular, tales como Juanito Laguna y Ramona Montiel, los más destacados. Su compromiso era artístico, pero también era social.
Berni fue parte del Grupo París, aunque rompió lazos por cuestiones ideológicas. En una época de múltiples becas de estudio en Europa para artistas argentinos, el rosarino se empapó de las vanguardias europeas, de la mano del autor del manifiesto surrealista André Breton, y junto al Partido Comunista.
"Regresé de París en 1930. Me había formado en Europa, en un mundo de escritores, pintores y músicos, con poco contacto con la vida. Al llegar a la Argentina, la problemática no era solamente la revolución de la forma, se estaban produciendo otros cambios", había comentado en una entrevista.
A cuarenta años del fallecimiento de Berni, su obra está muy lejos de quedar obsoleta, sigue vigente para reflexionar sobre lo popular y ofrece a las clases populares un acceso a la cultura y al arte plástico que la hegemonía siempre le vedó.
Sus obras, algunas hechas con chatarra, están expuestas de manera interactiva en algunos dispositivos lúdicos del Tríptico de la Infancia, en Rosario. Es justicia poética que las obras de Berni trasciendan los museo y sean piezas de juego para las infancias.