Si alguna vez soñaste con presenciar una floración mágica y fugaz, la Selenicereus grandiflorus, mejor conocida como Reina de la Noche, es la planta que hará realidad ese deseo. Su floración anual, que ocurre exclusivamente de noche, es un fenómeno tan hipnótico como efímero: su deslumbrante espectáculo desaparece con el amanecer.
Un cactus con historia y elegancia
Un legado botánico: Su presencia se remonta a los jardines reales de Hampton Court en Londres antes del 1700, convirtiéndola en una verdadera joya de la historia botánica.
Expansión natural: Aunque su cultivo es poco común, ha logrado conquistar diversas regiones, desde Cuba hasta Nicaragua, ofreciendo su exquisita floración al final de la primavera o comienzos del verano.
Características fascinantes de la Reina de la Noche
Un cactus trepador: Sus tallos pueden alcanzar hasta 10 metros, desplegando su imponente presencia.
Floración hipnótica: Sus flores de pétalos amarillo y pardo por fuera, y blancos por dentro, desprenden una fragancia envolvente de vainilla y azahar.
Belleza fugaz: Su flor se abre solo una noche al año, regalando una experiencia inolvidable antes de desvanecerse al amanecer.
Cuidados esenciales para potenciar su esplendor
Necesita abundante luz solar para crecer con fuerza.
Riego regular, manteniendo su suelo ligeramente húmedo sin encharcamientos.
Ideal para jardines y espacios verticales, gracias a su rápido crecimiento y capacidad trepadora.
Una planta que celebra la magia de lo transitorio
La Selenicereus grandiflorus no es solo un cactus; es un milagro de la naturaleza, un recordatorio de que la belleza más impresionante suele ser efímera.