La mermelada, esa irresistible conserva de frutas que nos acompaña en desayunos, postres o como el toque perfecto en cualquier plato, hoy se reinventa con una fusión inesperada de sabores. Si siempre buscas formas creativas de aprovechar la fruta de temporada y deleitarte con ingredientes frescos, ¡esta receta es para vos!
En esta ocasión, te invitamos a preparar una mermelada que rompe esquemas: el dulce natural de las frutillas se une al toque fresco y ligeramente picante de la albahaca, creando un equilibrio de sabores tan sofisticado como imperdible. Sigue leyendo, porque a continuación te compartimos todo lo que necesitas para lograr esta maravillosa receta.
Ingredientes: Lo esencial para tu obra maestra
600 grs de frutillas (sin tallo y cortadas en cuartos)
450 grs de azúcar
40 ml de jugo de limón
20 grs de albahaca fresca
Modo de Preparación: ¡Manos a la Olla!
Preparación previa: Esterilizá los frascos donde guardarás tu mermelada. Además, colocá 2 o 3 platitos pequeños en el congelador; serán clave para comprobar el punto justo más tarde.
Cocción inicial: En una olla, mezclá las frutillas, el azúcar y el jugo de limón. Cociná a fuego medio-bajo mientras revolvés constantemente. Dejate llevar por el aroma irresistible de esta combinación.
Hervor y magia herbal: Una vez que el azúcar se haya disuelto y la mezcla empiece a hervir, retirá la espuma que se forme en la superficie. Después de unos 10 minutos de hervor, incorporá la albahaca fresca para darle ese toque único.
Prueba del punto: Tomá una cucharadita de mermelada y colocala en uno de los platitos fríos del congelador. Dejá que repose unos segundos y ladeá el plato. Si la mermelada se desliza lentamente, ¡está lista!
Conservación perfecta: Pasá la mermelada caliente a los frascos esterilizados aún calientes, cerralos herméticamente y hervilos durante 10-15 minutos para crear el vacío. Dejá enfriar completamente a temperatura ambiente antes de moverlos.
Ahora que conocés esta receta, ¡es tu momento de brillar en la cocina! Disfrutá de esta mermelada única en tostadas, postres o incluso como un acompañamiento innovador en tus platos favoritos. ¡Sorprendete a vos mismo y a los tuyos con este toque gourmet que eleva cualquier ocasión!