El arroz con leche es más que un postre: es una herencia culinaria que ha cruzado continentes, adaptándose a diversas culturas pero conservando su esencia. Desde las antiguas tierras de China, donde el arroz era un manjar de la realeza, hasta Persia, donde los sabores exóticos lo enriquecieron, este postre continuó su viaje por España, convirtiéndose en un ícono gastronómico. Finalmente, cruzó el Atlántico para instalarse en Argentina, donde se ganó un lugar en todas las mesas.
Pero, ¿qué hace que el arroz con leche sea tan especial? La clave está en su textura cremosa, lograda con una técnica precisa y los ingredientes correctos. Te revelamos todos los secretos para que prepares la versión más exquisita de este postre en tu hogar.
Ingredientes para 4 porciones
1 ½ litro de leche entera
300 ml de crema de leche
250 g de arroz doble Carolina
100 g de azúcar común
1 rama de canela
Cáscara de ½ naranja
Paso a paso para lograr la cremosidad perfecta
Infusión de sabor: En una olla mediana, lleva ½ litro de leche a punto de ebullición. Reduce el fuego y añade la cáscara de naranja, la canela y el arroz, revolviendo constantemente.
La clave de la textura: En otra olla, calienta el litro restante de leche junto con la crema de leche hasta casi hervir. Mantén esta mezcla caliente durante todo el proceso.
Integración gradual: A medida que la leche en la olla del arroz se evapora, añade poco a poco la leche caliente de la segunda olla con un cucharón, revolviendo. Este proceso durará alrededor de 50 minutos.
La transformación: Cuando el arroz comience a tomar cuerpo y "napar" la cuchara, apaga el fuego.
El toque dulce: Agrega el azúcar al final de la cocción y mezcla bien hasta que se disuelva completamente.
Enfriado y presentación: Sirve en cazuelas y cubre con papel film en contacto con la preparación. Lleva a la heladera hasta que se enfríe y listo.
Secretos para un arroz con leche irresistible
Usa arroz doble Carolina, su textura marcará la diferencia.
Mantén la leche caliente constantemente, sin que hierva por completo.
Respeta las cantidades exactas de leche, crema y arroz para lograr la cremosidad perfecta.
El azúcar siempre va al final de la cocción, para evitar cambios en la textura.
Ahora que todos los secretos han sido revelados, solo queda que te animes a preparar este postre tradicional en casa. Comparte tu experiencia y disfruta de un clásico reinventado con una textura inigualable.