Ayer, Alemania estaba llevando adelante las elecciones para determinar quién sería su nuevo canciller, una decisión que se debía tomar entre el ministro de Finanzas y vicecanciller Olaf Scholz y, el de la alianza conservadora, Armin Laschet, para suceder a Angela Merkel.
Alrededor de 60 millones de alemanes y alemanas estaban habilitados para votar y, como informaron las encuestas, Olaf Scholz fue el ganador con un 25,8 % de los votos, mientras que el candidato de la excanciller federal de Alemania quedó por debajo del 30 %.
La sucesión de Angela Merkel tendrá lugar el 26 de octubre, fecha que determinó el Parlamento alemán para reunirse y, de esta manera, resolver el pase al nuevo canciller, luego de 16 años.
Cabe mencionar que muchos de los ciudadanos del mencionado país votaron por medio de correos electrónicos, y es por eso que se está evaluando cuál será la coalición ganadora, aunque se estima que ella podría estar conformada por el SPD, liberales y verdes.
Angela Merkel, fin de un ciclo
Durante 16 años ininterrumpidos, la canciller alemana estuvo al frente con un legado marcado por esfuerzo y compromiso con mantener la estabilidad tanto política como económica del país: atravesó, también, distintas crisis, y fue una gran gestora en esos tiempos difíciles.
Desde el año 2005, cuando asumió, Merkel batalló contra la crisis financiera de 2008, la del euro en 2010, y también la situación con los refugiados en el año 2015 y la pandemia por el coronavirus. Cuando se le consultaba sobre los altibajos que debía sobrellevar, expresaba:
La vida sin crisis es más fácil, pero cuando llegan, hay que afrontarlas. La política se trata de lo que es posible