Un 19 de septiembre, pero del 2001, Correo Argentino, gerenciada en ese entonces por la familia Macri, entraba en concurso de acreedores. Su deuda con el Estado, hasta el día de hoy, nunca fue saldada.
Los Macri, desde el año 1997, manejaban las riendas del Correo, cuando se quedaron con su concesión de la mano de Carlos Menem. En ese momento, ofrecieron pagar 51 millones de pesos de canon semestral, pero solo cumplieron dos semestres; luego, dejaron de pagarlo.
Desde el 2001 hasta la presidencia de Mauricio Macri en el 2015, la causa en torno a la empresa estatal tuvo muchos vaivenes que dilataban las obligaciones de la familia con el Estado. Con Macri en el poder, el Gobierno aceptó una propuesta de pago de su familia que implicaba una quita del 98,82 % de la deuda. Dicho acto fue percibido por la fiscal Gabriela Boquin, que advirtió la maniobra y logró frenarla.
En paralelo, la familia Macri inició cuatro demandas contra el Estado vinculadas a la causa de Correo. Por estas, esperan cobrar más de 14.000 millones de pesos.
En estos 20 años, el expediente principal acumuló casi 25.000 hojas en más de 100 cuerpos. A esto hay que sumarle varios incidentes que se tramitan por separado, una de las tácticas de la familia para demorar el avance del caso.
Actualmente, la causa se encuentra en manos de la Corte Suprema de Justicia, esperando que no se alargue por otros 20 años más. Mientras tanto, la familia Macri sigue sin pagar un solo peso de su deuda con los argentinos.