El fondo de inversión Titan Consortium demandó a la Argentina por 320 millones de dólares, ante los tribunales de Nueva York, por la expropiación de Aerolíneas Argentinas. Esta situación se podría haber solucionado, en el 2019, mediante la sentencia firme y favorable que tuvo ante el tribunal arbitral del Banco Mundial, pero nuestro país nunca había pagado.
La llegada a esta demanda se debe a que ya no existe más instancias para volver a recurrir al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI), es por ese motivo que, directamente, Titan Consortium presentó la denuncia en Nueva York. Al respecto, el director de Latam Advisors y abogado Sebastián Maril explicó:
Ahora el gobierno tiene 60 días para responder la demanda, aunque el juez podría exigir esa respuesta en un plazo aún más corto. A juicio del experto, además, es probable que aparezcan medidas de embargo contra activos argentinos, tal como ocurrió en los peores momentos de las negociaciones con los “fondos buitres” por el 'default' de la deuda pública
Cabe destacar que el caso actual data desde hace más de una década: el tribunal arbitral del Banco Mundial dictó la primer sentencia en el año 2017, en ese entonces en favor del grupo español Marsans, y Argentina solicitó que se suspendiera. Al año siguiente, Burford decidió venderlo a Titan Consortium por 107 millones de dólares mientras que, en el 2019, el CIADI rechazó el pedido de anular la sentencia y obligó a la Argentina a pagar.
Un total de tres juicios en Nueva York
Con el avance de esta demanda, nuestro país enfrentaría un total de tres juicios en Nueva York, los cuales están relacionados con la expropiación del 51 % de las acciones de YPF en manos de Repsol, la del cupón PBI y la del remanente de "holdouts" que tienen deuda en default de la Argentina y nunca entraron a los sucesivos canjes que se llevaron adelante.
Cabe destacar que, en el año 2008, el Congreso nacional votó la expropiación de Aerolíneas Argentinas, donde el Tribunal de Tasaciones de la Nación la valuó en forma negativa por 832 millones de dólares, mientras que para el grupo Marsans, la misma valía 600 millones de dólares, lo que llevó a un desacuerdo entre ambas partes.
Desde el tribunal del Banco Mundial se demoraron nueve años en realizar el fallo, lo que permitió que, en esos años, los españoles vendieran la titularidad del juicio al fondo de inversión Burford, que luego cedió los derechos del juicio de Aerolíneas al fondo actual.