Después de un fin de semana muy movido, en el que las organizaciones sociales salieron a las calles para celebrar y visibilizar su labor de todo el año por San Cayetano, ahora se vienen cambios importantes en cuanto a la dirigencia política. Dejó su cargo Daniel Arroyo, para dar paso al nuevo ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta. Sobre este tema habló Gildo Onorato, secretario gremial de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) y presidente de la Federación de Cooperativas de Trabajo Evita.
En diálogo con Radio Nacional, Onorato dijo que “con Daniel Arroyo tenemos una estima muy grande”, aunque también consideró: “Hemos tenido críticas y discusiones pero siempre hemos encontrado el camino”.
El referente de la UTEP también consideró que se llegaron a acuerdos: “Para que la red comunitaria que componen los clubes de barrio, los movimientos populares, las iglesias, en articulación con la gestión pública, podamos afrontar las dificultades que nos presentó la pandemia”. Finalmente, consideró:
Tenemos un balance positivo
Se sinceró, también, respecto de la nueva gestión con Juan Zabaleta, quien asumirá su cargo como nuevo ministro de Desarrollo Social: “Esperamos mantener la misma relación”.
Planes sociales, con trabajo sí o sí
Consultado por la petición de inclusión laboral de los sectores populares y la posibilidad de tener trabajo formal, Gildo Onorato comentó: “El segmento que está consolidado en la economía popular tiene que brindar, primero, dignidad, a través del fortalecimiento de las unidades productivas y, después, una serie de incentivos que estén vinculadas a la perspectiva productiva porque además nosotros lo que necesitamos es desconcentrar la economía que está altamente extranjerizada”.
Contundente, el dirigente de la UTEP también habló sobre cómo se busca una sociedad en la que se pueda integrar a los trabajadores de la economía popular: “Puede ser un baluarte central para modificar la estructura productiva y para generar un federalismo integrador, no este federalismo de élite que expulsa poblaciones, concentra la economía y destruye el aparato productivo, en consonancia con el avance de la explotación de los bienes naturales con objetivo de exportación”.