Después de 11 años de su creación, con altibajos de por medio, Vaca Muerta vuelve a estar en el centro de la escena, pero, esta vez, de la mano de YPF, ya que dos de sus pozos marcan récords.
El primero de ellos, el Pozo LCav-45 (h), está ubicado en el área Bandurria Sur, en la zona conocida como "La Caverna". Este pozo alcanzó en el mes de abril el récord absoluto, al arrojar, en un mes, la producción promedio diaria de 2.420 barriles de petróleo, situándolo como el mejor pozo productor en un mes en la historia de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).
Dicha perforación es la más extensa perforada de manera no convencional: posee el récord de 7.190 metros de extensión totales, de los cuales 3.886,5 corresponden a la rama lateral, la más larga de Vaca Muerta, que recorre casi 39 cuadras.
Por su parte, el Pozo LLL-1572 (h) también pertenece a YPF. Está ubicado en Loma Campana, y es una de las primeras perforaciones donde la empresa petrolera probó la técnica del uso de una mayor cantidad de arena de fractura y agua para potenciar la estimulación, conocida como High Density Completion.
Este pozo está hace más de dos años en producción y ya generó más de 750.000 barriles de petróleo, por lo que es el yacimiento que acumula la mayor producción en ese plazo.
Federalizar las oportunidades
La actividad económica que brindan los recursos naturales, en este caso el petróleo, se asienta en espacios geográficos donde no podrían existir otras acciones de este tipo; es por eso que, para federalizar las oportunidades de empleo y desarrollo en todo nuestro país, es importante el avance de los trabajos en estos recursos.
El petróleo no solo implica una riqueza económica para las arcas del Estado nacional, si no también cientos de puestos laborales en zonas alejadas y postergadas del territorio, por lo que brindaría nuevas ofertas de trabajo y arraigo poblacional en estos lugares que se encuentran más alejados de las zonas céntricas de Argentina
Cabe destacar que, con la nacionalización, el país logró el control de la producción nacional, y obtuvo un un recurso de clase mundial que está cambiando la realidad energética del país a partir de la producción de gas y petróleo no convencional.
YPF: una de las mayores empresas de argentina
Fundada en 1992, es la columna vertebral del mercado de hidrocarburos de nuestro país. Fue una de las empresas pioneras en el mundo como petrolera estatal integrada verticalmente e inspiró la creación de otras grandes del sector.
A su vez, es el primer contribuyente al fisco argentino, el mayor productor de hidrocarburos del país y uno de los principales empleadores de argentina, ya que, como lo mencionábamos con anterioridad, da empleo tanto al que busca el petróleo como al que despacha en la estación de servicio de cualquier punto de Argentina. Tiene una plantilla de 13.500 trabajadores y miles de empleos indirectos.
El fantasma de la privatización
Durante la presidencia de Carlos Menem, entre 1989 y 1999, la empresa cayó dentro de la ola privatizadora, lo que dio como resultado que Repsol haya ingresado a YPF, al comprar al Estado argentino .
De esta manera, el Gobierno otorgó privilegios a la compañía para incrementar su valor en el mercado. Por su parte, el sector privado, compuesto por bancos y fondos de inversión de diversos países, fue acrecentando su participación en el paquete accionario.
La privatización culminó en 1999, cuando el Estado argentino vendió a la empresa española Repsol un 14,99% de las acciones de YPF.
Recuperación de la soberanía sobre nuestros recursos
El 16 de abril de 2012, la por entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, buscó retomar el control estatal de la petrolera para asegurar el autoabastecimiento energético del país. Por ello, presentó el proyecto de ley de "Soberanía hidrocarburífera de la República Argentina", para que el Estado argentino recuperase la propiedad de YPF.
En palabras de la ex presidenta, el modelo no era de estatización, sino de una recuperación de la soberanía y del control de un instrumento fundamental.
Por este motivo, el Gobierno argentino declaró el 51% del patrimonio de YPF de utilidad pública y sujeto a expropiación. De ese 51% expropiado, un 49% iría a las provincias y el 51% restante al Estado nacional.