Una de las problemáticas que trae aparejada la pandemia del coronavirus fue la pérdida de miles y miles de puestos de trabajo, además de la constante precarización laboral que se acentúa en mujeres, jóvenes y personas que tienen un trabajo informal.
Es por eso que las organizaciones sociales, junto al Gobierno Nacional, están dando el debate más importante de este momento: el salario universal.
En una conferencia, el presidente Alberto Fernández ya había esbozado la posibilidad de que los trabajadores reciban “un ingreso básico universal de $8500", que estaría destinado a personas, que estén entre los 18 y 65 años, en situación de desempleo.
La medida también sería implementada para monotributistas, trabajadores informales y personas que tengan un ingreso menor al salario mínimo, vital y móvil. Un punto importante de esta medida es que no exigirá una contraprestación laboral.
Fuente: (IP Profesional)
Qué dicen las organizaciones de trabajadores
Hay varias posturas, planes e ideas para resolver cómo se llevará a cabo la medida de implementación de un ingreso básico para los trabajadores. Las diferencias básicas residen en si se debe o no dar una contraprestación laboral.
Desde la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), la postura es clara: proponen que la medida sea implementada eficaz y rápidamente, poniendo énfasis sobre todo en que no se relacione con el proceso electoral que se dará de forma inminente en los próximos meses.
Cómo siguen las negociaciones
El debate por la mejora salarial de los trabajadores y trabajadoras es uno de los temas más importantes para las organizaciones sociales, que tuvieron un encuentro virtual en la jornada del primero de julio. En esta reunión participaron la UTEP y el Ministerio de Desarrollo Social, y se debatieron algunas propuestas que serán elevadas al Ejecutivo el 7 de agosto, Día de San Cayetano (patrono del trabajo). Algunas precisiones sobre el proyecto para la mejora de las condiciones laborales y sociales de los trabajadores que se presentará son:
- Salario universal para los y las trabajadoras;
- Créditos no bancarios a través de cooperativas o mutuales;
- Mejoras para la vida de los trabajadores de la economía popular (son seis millones) en las que como principal punto está garantizar el acceso a la salud;
- Elaborar estrategias que miren a futuro y complementar los auxilios económicos como la Tarjeta Alimentar.