Millones de argentinos usan tarjetas de crédito para poder sobrellevar sus gastos. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), las compras en los supermercados tuvieron una caída de 2,6 % en el primer cuatrimestre del 2021 respecto a hace un año.
Para poder llegar a fin de mes, muchas personas, a pesar de las tasas de interés altas, compran en cuotas o refinancian los consumos para poder aplazar los pagos. De esta forma, los bancos señalan que 30 % de las personas eligen como opción posponer el pago de la tarjeta de crédito al cancelar el monto mínimo o trasladan la deuda al próximo mes.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA), en su página oficial y en el apartado “10 Recomendaciones sobre tarjeta de crédito”, aconseja: “Evitar pagar solo el pago mínimo del saldo de la tarjeta. La acumulación de saldo genera intereses mayores en el futuro”.
Si se toma esta práctica como cotidiana, el monto mínimo de los futuros vencimientos va a ir en crecimiento mientras que reducirán los límites disponibles. Las administradoras de tarjetas de crédito ofrecen a su clientela financiar en cuotas mensuales el saldo deudor con una tasa de interés que el BCRA establece: máxima de 43 % para el financiamiento de saldos impagos de tarjetas de crédito de hasta $200.000.
Si la suma es mayor, los bancos pueden aplicar el máximo permitido establecido por la ley de Tarjetas de Crédito, que es de un 25 % superior a la tasa que perciben por los créditos personales.
Las personas que utilicen tarjetas de crédito y opten por la tasa del 43 %, deberán tener en consideración que el préstamo se destinará solo para cancelar la deuda del resumen de la tarjeta de crédito.
Si no, se puede considerar la opción de un préstamo personal tradicional. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los préstamos para unificar deudas son dados para unificar deudas de tipo personal y, por ende, no tienen ningún otro tipo de garantía.