En una muestra de conducción política que bien podría haber sido una clase de derecho penal, Cristina Fernández de Kirchner desnudó las estrategias del 'lawfare' contra gobiernos, líderes y lideresas populares de la República Argentina. La dos veces presidenta de la Nación, mandato cumplido, llamó a recordar dónde se encontraba cada persona acusada en el momento de los hechos. Apeló a la lógica y refrescó qué responsabilidades institucionales tenía cada uno y cada una. "El memorándum con Irán nunca entró en vigencia", aclaró.
La vicepresidenta asistió al Congreso de la Nación Argentina de manera virtual hoy al mediodía y habló durante una hora de la causa del memorándum con Irán, a la que catalogó de "disparate judicial, institucional y político". Lamentó la persecución desatada sobre ella y sobre dirigentes afines, quienes fueron "acusados de ser encubridores del más terrible atentado" sufrido en el país, según sus propias palabras.
A continuación, habló de que la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) se había convertido en un "teatro de operaciones de la política interna y de la política internacional" y destacó que "los encubridores tienen relaciones con los autores materiales" de los delitos, al tiempo que señaló que algunos de los acusados asistían a la escuela secundaria en 1994, cuando ocurrió el atentado a la AMIA.
Luego, la mandataria recalcó que, para quienes investigan los ilícitos, "los encubridores, normalmente, son los que tienen intereses o conexiones con los autores materiales o con los autores ideológicos". "La impunidad fue este manejo político que se le dio a la causa", aseveró.
Prosiguió su discurso para señalar el modus operandi del macrismo para llegar al gobierno y para ejercerlo: el 'lawfare' y la complicidad mediática como "instrumento de persecución contra opositores políticos". La lideresa del movimiento nacional y popular no se privó de hablar de Fabián Rodríguez Simón, quien se encuentra en Uruguay y está prófugo de la justicia argentina. También lanzó una batería de nombres de jueces que la persiguieron sin sustento judicial y con total impunidad, como Bonadío, Stornelli y Ercolini.
Cristina repudió que el gobierno de Macri eligiera dos jueces de la Corte Suprema "a dedo", por Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y acusó de que tal operación violentó "todas las garantías constitucionales". Además, expresó la gravedad de la naturalización de que existiera una "mesa judicial" durante el gobierno de Mauricio Macri. Mencionó al expresidente, a Peña, a Arribas, a Garavano, a "Pepín", a Bruselas y concluyó: "Todos ellos eran los que decidían a quiénes había que meter presos".
La oradora desarrolló ejemplos de acusaciones falsas, como la llamada "ruta del dinero K" y la "causa del dólar futuro". "A los dólares se los llevaron los amigos de Macri, no los míos", advirtió. Y auguró que este caso particular se verá como un "compendio de nulidades" mañana.
La militante peronista observó que Ercolini, Borinsky y Hornos, los mismos jueces que se habían declarado incompetentes para causas sobre la AMIA años antes (con etiquetas eufemísticas como "decoro"), tomaron la posta cuando la acusada fue ella, quien décadas atrás había declarado como testigo. Por eso, insistió en que la causa "es el montaje de una mentira para poder ganar elecciones".
Con la elocuencia que la caracteriza, Cristina nombró algunas causas mellizas para abordar la persecución del 'lawfare' e indicó que, para gran parte del Poder Judicial argentino, "cuando no te gusta el resultado de un juicio podés armar otro". Por último, declaró que "lo del memorándum y Nisman" no era solo para ganar una elección, sino que hondaba en fomentar endeudamientos en distintos países. "Me quisieron doblar la mano para que les pagara cualquier cosa y me negué", exclamó la vicepresidenta en relación con la soberanía.
Por último, la lideresa popular lamentó que a 27 años de la tragedia de la AMIA se estuviera discutiendo sobre una causa inventada y sentenció: "Es el montaje de una mentira para poder ganar elecciones, para poder mantener entretenida a la gente". Y agregó que la intención es echarles la culpa a quienes, "con equivocaciones y con aciertos", gobernaron para las mayorías. "Podemos decir que cuando nos tocó gobernar la Argentina, la gobernamos para que la gente pudiera vivir mejor", cerró y fue aplaudida.