El Gobierno nacional está considerando implementar la Tarjeta Alimentar para los sectores jubilado y pensionado, en sustitución del bono de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).
La Tarjeta Alimentar sería destinada a jubilados y a pensionados que perciben el haber mínimo, y el cobro estaría por debajo de los $6000. En el país se brindan casi 7 millones de jubilaciones y de pensiones, de las cuales más de la mitad son mínimas.
En este contexto epidemiológico favorable, el Gobierno viene tomando medidas que persiguen un shock de consumo, de manera que la inyección monetaria pueda hacer circular el dinero y reactivar la economía.
Qué es la Tarjeta Alimentar
La Tarjeta Alimentar es un dispositivo que se implementó apenas asumió Alberto Fernández. La finalidad era concreta: atender la emergencia del hambre en Argentina.
El horizonte es que las personas beneficiarias de la tarjeta accedan a la canasta básica alimentaria. Con este elemento se puede comprar cualquier alimento, excepto bebidas alcohólicas.
Hasta el momento, la prestación alcanzó a madres y a padres con hijos e hijas de hasta 14 años que reciben Asignación Universal por Hijo (AUH), embarazadas a partir de los 3 meses que cobran Asignación Universal por Embarazo (AUE), personas con discapacidad que reciben AUH, madres con 7 o más hijos que perciben Pensiones no Contributivas (PNC).
En ANSES continúan analizando la fecha de lanzamiento. Se estima que será a fines de octubre, aunque se desconoce si se debitará en la tarjeta con la que cuentan los bancarizados o en un nuevo plástico.
Paquete de medidas de ANSES
El Gobierno nacional comunicó que desde octubre pagará un Complemento Mensual para el Salario Familiar. Además, se otorgará una especie de cuarto Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), aunque tendrá otro nombre y la cifra subirá a $15.000.