Luego de una larga espera por parte de los representantes del proyecto de ley de Etiquetado Frontal, la Cámara de Diputados la convirtió en normativa para advertir a los consumidores sobre los excesos de grasas, sodio y azúcares en los productos. El fin de esto es ayudar a combatir la obesidad, la hipertensión y los riesgos cardíacos.
En una noche intensa e histórica, el proyecto salió con 200 votos a favor; 22 en contra y 16 abstenciones. En tanto, se registraron 18 diputados ausentes al momento de la votación.
Al abrir el tratamiento de esta legislación, fue la presidenta de la comisión de Legislación General, Cecilia Moreau, quien afirmó que el Estado Argentino no debe mirar para otro lado una vez presentada esta ley.
Mientras algunos diputados advertían que el negro era igual a “muerte” en las etiquetas, el presidente de la Comisión de Salud, Pablo Yedlin, mostró diferencia con algunos de sus pares pero apoyó el proyecto.
El azúcar no es un veneno, es un producto natural —remarcó—. Muchos edulcorantes, en cambio, tendrán que explicar cuán saludables son. Vamos a acompañar el proyecto proponiendo mejoras
El proyecto tuvo una demora de tres horas de discusión entre los diputados, ya que en su mayoría Juntos por el Cambio presentó el pedido de apartamiento del reglamento para incluir otros temas, aunque esas peticiones en su totalidad fueron rechazadas y se mantuvo el temario acordado entre los bloques políticos.