El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, reafirmó que "no es obligación del Estado nacional la seguridad de Río Negro" y aseguró también que "prender fuego lugares públicos no tiene nada que ver con reivindicar un derecho".
En declaraciones a AM 750, Fernández expresó que tras el incendio provocado "si piensan que se resuelve yendo a la 'campaña del desierto' se equivocan feo".
Luego de la carta que le enviara el presidente Alberto Fernández a la gobernadora Arabela Carreras para ofrecerle efectivos de Gendarmería, el titular de la cartera de Seguridad dijo que "el poder de la policía local le pertenece a los gobiernos locales".
El ministro negó haberse inmiscuido en la política provincial o en las decisiones de la mandataria, pero también subrayó: "Lo que no se puede hacer es que la gobernadora nos quiera conducir diciendo que es una obligación de Nación".
Ante las diversas categorizaciones generales de los medios de comunicación o referentes políticos sobre la autoría del ataque, Fernández expresó que no es función suya si es un "ataque mapuche o terrorista", y que es la Justicia quien debe resolverlo.
El funcionario aclaró: "Si eso es así, hay que hacer la denuncia en donde corresponde y que lo investiguen. Yo no soy quien para ponerme ni a quitarle fuerza, ni cuestionarlo, ni criticarlo. Lo define la Justicia que también puede darle instrucciones a las fuerzas de seguridad de la provincia para que actúen".
"Me parece que el camino de Río Negro es que esto se va a resolver cuando se sienten en la mesa. Si piensan que la solución es como Julio Argentino Roca, yendo a la 'campaña del desierto' y me parece que se equivocan feo", señaló Fernández.
El encargado de la Seguridad nacional aseguró no tener miedo en decir que incendiar un lugar público "es delito". Y advirtió que esas acciones "no tiene nada que ver con reivindicar un derecho, ni mucho menos con soluciones definitivas a este tema".