La presidenta del Senado resolvió el regreso de la modalidad presencial para las sesiones de la cámara alta a partir de la semana que viene; el requisito será que las legisladoras y los legisladores se hayan inoculado contra el coronavirus.
El momento epidemiológico es favorable, la salida de la pandemia está cada día más cerca y, progresivamente, se van flexibilizando las normativas sanitarias que se tomaron para aminorar los efectos de la pandemia.
Por tal motivo, la vicepresidenta, Cristina Fernández Kirchner, estableció el retorno a la presencialidad en las sesiones de la Cámara de Senadores, que a partir de la semana que viene reiniciará la actividad en ese sector del Congreso de la Nación Argentina.
Para ingresar a la cámara será obligatorio contar con las dos dosis de la vacuna contra el coronavirus. Además, se realizará un test rápido de COVID 19 antes de permitir el ingreso al recinto.
El miércoles, durante el inicio de la comisión de Medios y Libertad de Expresión, se leyó una nota y se debatió sobre la declaración de los servicios de internet y de telefonía como esenciales.
En ese marco, la oposición dijo que se abstendría de participar, al igual que lo hizo en la Comisión de Presupuesto, ya que consideraron que el decreto no tenía validez.
Por su parte, José Mayans, jefe del bloque de senadores y de senadoras del Frente de Todos (FDT), recalcó que durante toda la pandemia se estuvo "trabajando en la emergencia con disposiciones acordadas que fueron ratificadas por el cuerpo".
En esa línea, aseguró que el año pasado fue "uno de los mejores años del parlamento" e indicó que "se tuvo que limitar la presencia porque el Senado tiene un recinto muy chico".