La crisis económica, política y humanitaria sigue azotando a Afganistán, en donde atraviesan no solo una pandemia sino también años de guerra e intervenciones por parte de Estados Unidos, que la dejaron más aún en la ruina.
En este grave contexto, se dio a conocer que al menos 2000 centros de salud debieron cerrar por la cantidad de deudas que tenían, tanto ellos como las que tienen en vilo al mencionado país. Al respecto, el director para Asia y Pacífico de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, Alexander Matheou, expresó:
La gente aceptará trabajar sin sueldo durante unas semanas más, pero cuando no haya medicamentos, ni electricidad, ni nada que ofrecer a los pacientes, cerrarán. Esto es lo que paraliza el sistema de salud, ya hay más de 2000 centros de salud que han cerrado y alrededor de 23.000 trabajadores sanitarios, de los cuales 7000 son mujeres, que no reciben su salario o tuvieron que dejar de trabajar
A la toma de poder por parte de los talibanes se le suma la falta de ayuda y contención por parte de las ONG, quienes antes financiaban internacionalmente y habían sido sostén del sistema de salud; actualmente, muchísimas de ellas se quedaron sin dinero para solventar estos gastos o tuvieron que abandonar sus operaciones.
La ONU y su compromiso de permanecer en Afganistán
Semanas atrás, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reiteró su compromiso de permanecer en dicho país para seguir asistiendo a la población, así como también para conversar y dialogar con los talibanes. En ese contexto, la representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas para ese país, Deborah Lyons, comentó:
Nuestro compromiso con el pueblo de Afganistán implica que interactuemos con el talibán en las áreas operativa y de seguridad
A su vez, se busca elaborar un mecanismo para que las sanciones y congelamiento de fondos no suspendan los recursos destinados a la ayuda humanitaria que tanta gente necesita con desesperación.