Un grupo de recicladores informales se manifestó el pasado martes 10 en la entrada de EMSUR para exigir que el acuerdo efectuado en marzo, para el alquiler de un Galpón Verde, se lleve a cabo. El acuerdo se realizaría por tres años y contaría con un Centro Verde; se trata de un lugar en el cual se pueda trabajar con las necesidades laborales básicas: no pasar frío o mojarse, disponer de baños, vestuario y una cocina en donde realizar las comidas diarias.
La Cooperativa de Recicladores Urbanos Marplatenses (RUM) es parte del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCYR) de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP).
Un compromiso sin cumplir
Luego del acuerdo, la dilatación de la concreción de un Galpón Verde en el municipio de General Pueyrredón pareciera ser eterna. Agregan, a su vez, que la propuesta fue una promesa de campaña del actual intendente, Guillermo Montenegro.
Sin respuestas desde el municipio, uno de los representantes de la acción, Cristian Blasina, expresó que "se firmó un acuerdo con el EMSUR, en el que se comprometían a poner logística con un camión para el sector para hacer la recolección por puntos sustentables, recalentar los materiales en calles y la necesidad de un galpón. Cumplieron con otorgar el camión, pero no así con el galpón".
Prosiguió explicando que, luego de medio año, Sebastián D´Andrea no los recibe ni contesta sus mensajes. “Es vergonzoso”, explicó, ya que es EMSUR quien debe “diseñar las políticas de inclusión social y reciclado". Desde la RUM, la FACCYR y la MTE, sintetizaron: “Consideramos que la falta de respuesta asume el incumplimiento del acuerdo”.
Alzaron sus voces
En representación de los compañeros recicladores, se explicó que es “lamentable” el poco reconocimiento desde el municipio de la “histórica deficiencia de la gestión de residuos en la ciudad” y que se siga invirtiendo millones en enterrar residuos reciclables en el predio “sin poner un solo peso en el sector”.
Frente a los perjuicios que, claramente, esta situación está generando, las voces de los trabajadores están más presentes que nunca. Así, afirman: “El municipio sigue invisibilizando la actividad de recupero que llevan adelante todos los días más de 1000 Recicladores informales en condiciones infrahumanas, en algunos casos desde hace más de 30 años, garantizando el cuidado del medio ambiente de la comunidad y autoinventando su trabajo en una ciudad que es la capital del desempleo”.