El jazmín es una de las flores más apreciadas en el mundo por su aroma inconfundible y su elegancia natural. Con más de 200 especies, esta planta se ha convertido en protagonista de jardines, terrazas y balcones, siendo símbolo de pureza, romanticismo y frescura. Si bien el jazmín blanco es el más popular, existen otras variedades igual de encantadoras, como el jazmín amarillo, que aporta color y alegría incluso en los días más fríos
Jazmín blanco: el clásico de los jardines
El jazmín blanco (Jasminum officinale) es el más conocido y cultivado. Sus flores blancas en forma de estrella liberan un perfume intenso y dulce, ideal para quienes buscan llenar sus espacios de naturaleza y frescura. Florece en primavera y verano. Se adapta muy bien como planta trepadora en pérgolas, muros y cercos. Su aroma es uno de los más utilizados en perfumería y aromaterapia.
Jazmín amarillo: sol y vitalidad en flor
El jazmín amarillo (Jasminum mesnyi o Jasminum humile) es menos común, pero no menos atractivo. Su principal característica es el color amarillo brillante de sus flores, que parecen pequeños rayos de sol en el jardín. Florece desde finales del invierno, cuando pocas plantas lo hacen. Sus flores son menos perfumadas que las del jazmín blanco, pero aportan una belleza única. Es resistente y soporta mejor el frío, por lo que se adapta muy bien a diferentes climas.
Consejos para cultivar jazmines en casa
- Tanto el jazmín blanco como el amarillo son fáciles de cuidar si se siguen algunas recomendaciones:
- Luz: prefieren lugares soleados, aunque también toleran media sombra. Riego: regular, evitando encharcamientos.
- Soporte: al ser trepadoras, necesitan una guía para expandirse.
- Poda: mantenerlas podadas ayuda a que florezcan con más fuerza. https://verdecora.es/blog/jazmin-cultivo-cuidados?utm_source=chatgpt.com
Jazmín: más que una flor, una experiencia
El jazmín no es solo una planta ornamental: es una experiencia sensorial. Su fragancia ha inspirado perfumes, canciones y poemas, y continúa siendo un favorito entre los amantes de la naturaleza.
Ya sea el jazmín blanco por su aroma embriagador o el jazmín amarillo por su color luminoso, ambas variedades son un regalo para los sentidos y una forma de traer frescura y vida al hogar.