Cada vez que la Real Academia Española (RAE) anuncia una nueva actualización de su diccionario, la noticia no tarda en generar debate. Y si la palabra en cuestión es un término de uso masivo como "pelotudo", la discusión se enciende. La pregunta es recurrente: ¿la RAE se está "vulgarizando" o simplemente está cumpliendo con su misión?. Por qué una palabra tan arraigada en el lenguaje coloquial del Cono Sur, y tan ofensiva para algunos, ha encontrado su lugar en la máxima obra de la lengua española.
El Camino de una Palabra: Del Uso Cotidiano al Registro Académico.
Contrario a la creencia popular de que "pelotudo" es una incorporación reciente, el término ya figura hace un tiempo en el diccionario de la RAE. Su inclusión responde a un principio fundamental de la Academia: su rol es descriptivo, no prescriptivo.
El diccionario no es una guía de lo que "debería ser", sino un reflejo de lo que "es". La Academia registra las palabras que se usan de forma extendida en el mundo hispanohablante, sin importar si son coloquiales, técnicas o incluso vulgares. "Pelotudo" es una de esas palabras que, por su uso masivo en países como Argentina y Uruguay, merecía ser documentada. La definición de la RAE es clara y prudente: lo califica como un adjetivo de uso "coloquial, malsonante y despectivo" para referirse a una persona tonta o estúpida. Así, la Academia no aprueba su uso, pero reconoce su existencia y su significado en la comunicación cotidiana.
La inclusión de "pelotudo" reaviva el conflicto entre dos visiones sobre el lenguaje: Argumenta que la Academia debe ser la guardiana de la pureza del idioma. Desde esta perspectiva, incluir insultos o vulgarismos equivale a validar su "mal uso" y a contribuir al empobrecimiento de la lengua. Ven el diccionario como un faro de la "buena forma" de hablar. Defendida por la RAE, sostiene que la lengua es un organismo vivo que evoluciona con el tiempo. Ignorar palabras de uso masivo sería desentenderse de la realidad y convertir el diccionario en una pieza de museo, lejos del habla real de la gente.
La palabra "pelotudo" es un caso fascinante de la dinámica cultural. Su significado varía enormemente según el contexto y el tono. En Argentina, por ejemplo, puede ser un insulto feroz, pero también una expresión de afecto entre amigos, lo que demuestra la complejidad de su uso y la razón por la que una entidad como la RAE debe registrar su significado. Su presencia en el diccionario es, en última instancia, un reconocimiento a su peso cultural y a su rol en el lenguaje de una región.
¿Crees que la RAE debería incluir solo palabras "correctas", o su misión es reflejar el lenguaje tal como es, con todos sus matices?