Un Sabor de Hogar a 5.364 Metros de Altura: La Azaña Culinaria en el Campamento Base
Everest, Nepal. La majestuosidad del Himalaya fue testigo de una escena tan improbable como emocionante: un pastel de papas humeante, recién horneado, en el Campamento Base del Everest. Las protagonistas de esta increíble aventura gastronómica son un grupo de mujeres argentinas que, lejos de las cumbres más altas, llevaron el sabor de su tierra natal a uno de los lugares más inhóspitos del planeta.
.La expedición, cuyo objetivo principal no era culinario, decidió añadir un toque hogareño a su travesía. "La idea surgió como una forma de levantar el ánimo y sentirnos más cerca de casa", comenta María Sol, una de las integrantes del grupo. "Cocinar un pastel de papas argentino aquí, con el Everest de fondo, fue una experiencia inolvidable. El frío es extremo y la cocción a esta altitud es todo un desafío, pero el resultado valió la pena".
El Desafío de Cocinar a Gran Altitud: Receta y Logística
Preparar cualquier plato a más de 5.000 metros sobre el nivel del mar es una hazaña. La baja presión atmosférica altera los puntos de ebullición y la cocción de los alimentos se vuelve más lenta y compleja. Para este pastel de papas casero, las argentinas tuvieron que adaptar la receta tradicional, optimizando el uso de los pocos recursos disponibles en el campamento. Utilizaron papas deshidratadas, carne seca y especias cuidadosamente empacadas para la travesía.
"Cada ingrediente fue valioso. Tuvimos que ser muy creativas para lograr la consistencia perfecta del puré y el dorado de la superficie", explica otra de las aventureras, mientras se escuchaba el chisporroteo del fuego improvisado. El aroma del pastel de papas en la base del Everest se esparció por el campamento, atrayendo la curiosidad de montañistas de otras nacionalidades que no dudaron en probar un bocado de esta singular propuesta culinaria argentina.
Más Allá de la Cima: La Cultura Argentina en Cada Plato
Esta historia es más que una simple anécdota culinaria; es un testimonio de la resiliencia y el espíritu aventurero de las mujeres argentinas. Llevar un plato tan emblemático como el pastel de papas a un lugar tan remoto y extremo como el Campamento Base del Everest, demuestra cómo la cultura y los sabores de un país pueden trascender fronteras y altitudes.
La iniciativa no solo les brindó un momento de confort y unión en condiciones adversas, sino que también se convirtió en una forma única de compartir la rica cultura gastronómica de Argentina con la comunidad internacional de montañistas. Sin duda, este pastel de papas del Everest quedará en la memoria de todos los que tuvieron la fortuna de probarlo.
Huilén Pascual y Luz Giménez, son las primeras mujeres a cargo de las cocinas en las puertas de entrada al "techo del mundo", y cómo es la magia de cocinar a más de 5.300 metros de altura. Seguramente, muchas de las experiencias que mencionamos en nuestro borrador del artículo periodístico sobre el pastel de papas se basan en vivencias similares a las de estas mujeres.