Un reciente estudio de la Universidad de Harvard sugiere que el crecimiento de las uñas, tanto de las manos como de los pies, podría estar directamente relacionado con la velocidad del envejecimiento biológico.
Asimismo, el genetista David Sinclair, cuanto más rápido crezcan tus uñas, mejor funciona tu organismo. Así las cosas, debemos presumir entonces que si están constantemente cortas o debilitadas, podrías tener deficiencias de minerales o vitaminas esenciales para tu salud.
Sucede que a partir de los 30 años la velocidad de crecimiento y fortalecimiento de las uñas disminuye aproximadamente un 0,5 % cada año, lo que refleja los cambios en la circulación sanguínea y el proceso natural de envejecimiento.
Esto puede llevarnos a tener uñas más débiles y quebradizas, lo que podría ser una clara manifestación de alerta sobre tu bienestar general.
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Por otro lado, la dermatóloga Lysa Nyanda-Manalo hace hincapié en la importancia de observar los cambios en las uñas y consultar a un especialista si notas alteraciones significativas. Aunque los productos cosméticos pueden mejorar su apariencia, el exceso de lavado de manos o la exposición a ciertos químicos podrían debilitarlas aún más.
Por último, no olvides que factores como los hongos, la falta de nutrientes y la ausencia de exfoliación pueden afectar el crecimiento saludable de las uñas y, por ende, tu bienestar. ¡Tus uñas son más que un detalle estético, pueden ser una ventana a tu salud!