Las rosas, esas joyas naturales que embellecen nuestros jardines y balcones, merecen un trato especial. Ya sean Floribunda, Grandiflora o Arbustivas, cada rosa es única y nos regala su fragancia y colorido.
¿Quieres que tus rosas florezcan sin cesar? ¡Sigue estos consejos y tendrás flores aseguradas y coloridas este verano!
Combate a los temidos hongos
Los hongos son los enemigos número uno de nuestras preciosas rosas. Para mantener la cadena de floración intacta, es crucial aplicar cuidados básicos. En invierno, protege tus rosas de las temperaturas extremas y de los pulgones y gusanos que amenazan su vitalidad.
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Poda con amor
Cuando llegue el frío, toma tus tijeras de jardinería y recorta los tallos y hojas secas. Elimina las ramificaciones sin vida para dar paso a nuevas flores. Si ves ramas creciendo hacia el interior del tallo principal, córtalas sin piedad. ¡Así garantizas una explosión de rosas en la próxima floración!
El arte de cortar
Al podar, inclina las tijeras a unos 45 grados para evitar la acumulación de agua y la formación de hongos. Corta los brotes a una distancia de 3 a 5 yemas de los dedos, siempre en medio de las ramas. ¡Así les das espacio para florecer con todo su esplendor!
Riego sensato
En verano, el suelo está más húmedo, así que no te excedas con el riego. Evita microclimas que puedan afectar a tus rosas. En invierno, sigue cuidándolas para mantener un ciclo de floración espectacular.
¡Con estos consejos, tus rosas serán las estrellas del verano!